WASHINGTON.- Estados Unidos impuso este jueves nuevas sanciones contra la empresa iraní Shahid Meisami Group, así como a su director, por participar en el programa de desarrollo de armas químicas persa.
“El desarrollo de armas de destrucción masiva es una amenaza a la seguridad de sus vecinos y del mundo”, aseguró Steven Mnuchin, secretario del Tesoro, en un comunicado.
“EE.UU seguirá luchando contra cualquier esfuerzos del régimen de Irán para desarrollar armas químicas que puedan ser usadas por el régimen o grupos aliados para avanzar a su maligna agenda”, agregó.
Estados Unidos acusó a la empresa y a Mehran Babri, su director, de estar vinculadas a la Organización de Innovación e Investigación en Defensa de Irán, previamente sancionada.
En ese sentido, quedarán congelados los activos que esas entidades puedan tener bajo jurisdicción estadounidense y se prohíben las transacciones financieras con ciudadanos o empresas de Estados Unidos.
En una nota paralela, Mike Pompeo, jefe de la diplomacia estadounidense, remarcó su preocupación por la verdadera “intención del régimen respecto a las pruebas y producción de los llamados agentes químicos incapacitados podría ser usado tanto para oprimir aún más a los ciudadanos iraníes o para propósitos ofensivos”.
Esta nueva batería de sanciones se producen en el marco de la campaña de “máxima presión” lanzada por el presidente saliente, Donald Trump, y se anuncian dos meses antes de la toma del poder por parte de Joe Biden.
En septiembre, Estados Unidos dio unilateralmente por restablecidas todas las sanciones internacionales contra la nación persa, además de amenazar a los miembros de la ONU que se opusieran a su reimposición.
Washington comenzó en agosto un procedimiento ante las Naciones Unidas para restablecer todas las sanciones internacionales contra Irán que se levantaron tras la firma del acuerdo nuclear en 2015 (del que Estados Unidos se retiró unilateralmente en 2018), argumentando que Teherán incumplió sus obligaciones.
No obstante, la mayoría en el Consejo de Seguridad de la ONU, incluidas ele esto de potencias con derecho a veto, considera que Estados Unidos no tiene derecho a utilizar ese mecanismo, pues abandonó el pacto en 2018, con lo que ese órgano de la ONU no tomó ninguna medida, hasta ahora.