WASHINGTON.- El gobierno de Estados Unidos aprobó el despliegue de una batería de defensa de misiles Patriot y otro buque de guerra en Medio Oriente, en medio de las crecientes tensiones entre el país e Irán.
El USS Arlington, que transporta marines, vehículos anfibios y aviones rotatorios, así como los misiles Patriot, se unirá al grupo de ataque USS Abraham Lincoln, que ya atravesó el Canal de Suez de Egipto el jueves, y actualmente navega en el Mar Rojo, según la CNN.
Estados Unidos dice que los despliegues de hardware militar en la región responden a una «mayor preparación iraní para realizar operaciones ofensivas».
El sistema de misiles Patriot es un mecanismo de defensa contra aeronaves, aviones no tripulados, misiles de crucero y misiles balísticos, y actualmente está desplegado en Baréin, Jordania, Kuwait, Catar y Emiratos Árabes Unidos.
«El secretario interino de Defensa aprobó el movimiento de USS Arlington (LPD-24) y una batería de Patriot al Comando Central de Estados Unidos (CENTCOM), como parte de la solicitud original de fuerzas del comando de principios de esta semana», sostuvo un comunicado del Pentágono.
A principios de semana, un grupo de trabajo de bombarderos de la fuerza aérea estadounidense, incluidos los bombarderos B-52, también llegó a la base aérea estadounidense Al Udeid en Catar, informó el Comando Central de los Estados Unidos.
«El Departamento de Defensa continúa monitoreando de cerca las actividades del régimen iraní, sus militares y sus representantes. Debido a la seguridad operacional, no discutiremos los plazos ni la ubicación de las fuerzas. Estados Unidos no busca conflictos con Irán, pero estamos preparados y listos para defender las fuerzas e intereses de Estados Unidos en la región», agrega el comunicado.
En una advertencia, la Administración Marítima de Estados Unidos (MARAD) dijo que desde principios de mayo había una mayor posibilidad de que Irán o sus representantes regionales tomaran medidas contra los intereses de Washington y sus socios. Estos incluían, según MARAD, la infraestructura de producción de petróleo, luego de que Teherán amenazara con cerrar el punto del Estrecho de Hormuz en el Golfo, a través del cual pasa cerca de una quinta parte del petróleo que se consume a nivel mundial.
«Irán o sus representantes podrían responder apuntando a embarcaciones comerciales, incluidos los petroleros, o embarcaciones militares estadounidenses en el Mar Rojo o en el Golfo Pérsico», agregó el comunicado de MARAD. «Los informes indican una mayor preparación iraní para realizar operaciones ofensivas contra las fuerzas e intereses de Estados Unidos».
Irán ha descartado los movimientos como una «guerra psicológica» diseñada para intimidarlo.
