HELSINKI.- Los representantes del gobierno de Trump han abierto varios frentes ante la comunidad internacional, desde el fallido levantamiento armado en Venezuela, pasando por la escalada en las tensiones con Irán, hasta el envió de dos fragatas al mar del Sur en China. Ahora, Washington abrió otro frente en la reciente reunión del Consejo del Ártico en Finlandia.
El Consejo del Ártico representa un organismo intergubernamental fundado en 1996 por ocho países: Canadá, Dinamarca, Estados Unidos, Finlandia, Islandia, Noruega, Rusia y Suecia, que incluye a China e India como “observadores”.
The Financial Times ya había abordado en un artículo reciente la posición de liderazgo rusa en el Ártico con el apoyo de China, algo que por supuesto, molesta a Washington, pero la postura del Gobierno estadounidense fastidió a los demás países miembros.
“La furia que provocó EEUU después de haber bloqueado la declaración oficial del Consejo del Ártico” que omite al ominoso “cambio climático” que conforme se acelera el deshilo en la región “abre nuevas rutas de transporte», señala el artículo.
Al final del día, los “ministros de relaciones exteriores de los ochos países del Ártico” que concurrieron a la reunión del Consejo en la ciudad Rovaniemi, Finlandia “solamente acordaron una declaración vaga y corta, sin mencionar al cambio climático” y no conjunta.
La cumbre del Consejo Ártico en Finlandia no emitirá una declaración conjunta sobre el cambio climático. #Finlandia #EEUU pic.twitter.com/l5142VxILY
— CGTN en Español (@cgtnenespanol) May 8, 2019
Es la primera vez desde sus comienzos en 1996 que el Consejo del Ártico fracasa a la hora de emitir una declaración final al término de sus reuniones ministeriales. https://t.co/Fd3zcQXYkr
— Voz de América (@VOANoticias) May 8, 2019
Timo Soini, ministro de relaciones exteriores del país anfitrión, sentenció que “una mayoría de nosotros contemplan al cambio climático como el desafío que enfrenta el Ártico”, en una clara alusión a la oposición y postura nihilista de Washington.
La “mayoría” de los ocho participantes, entre los que se encontraba EEUU, pues sería de un mínimo de cinco países, para no decir el máximo de siete, lo cual dejó aislado a Estados Unidos.
En ese sentido, Malte Humpert fundador del The Artic Institute, con sede en la capital estadounidense, señaló que la política del presidente Trump “limita severamente lo que el Consejo del Ártico puede realizar” cuando la mayor parte de su actividad “tiene que ver de una u otra forma con el cambio climático”.
Humpert fustigó la voltereta de Trump: “cualquier cosa desestabiliza el Consejo del Ártico o limita el trabajo o las tareas que puede hacer sobre el cambio climático definitivamente jugará a favor de por lo menos China y quizá también de Rusia”, advirtió.
De acuerdo al The Financial Times, los integrantes del Consejo del Ártico, con la exclusión de Estados Unidos, sufrieron un “estado de choque” por la negación unilateral de Washington sobre el cambio climático.
También exasperó el “tono” del secretario de Estado norteamericano Mike Pompeo, exdirector de la CIA, quien arremetió contra la conducta de Rusia en el Ártico. “Estamos preocupados por las pretensiones rusas a las aguas internacionales de la Ruta Marítima Norte, incluidos los planes recientemente anunciados para conectarla a la Ruta de la Seda Polar”, dijo Pompeo antes de la cumbre.