WASHINGTON.- Por primera vez, el Estados Unidos administrado por Joe Biden levantó la voz sobre el espinoso tema de la colonización, al criticar “firmemente” el anuncio de la construcción de más de 1.000 casas en las colonias judías de Cisjordania ocupada.
“Nos oponemos firmemente a la extensión de los asentamientos, que es totalmente contraria a los esfuerzos para reducir las tensiones y garantizar la calma, y afecta las perspectivas de una solución de dos Estados”, israelí y palestino, declaró Ned Price, vocero del Departamento de Estado, ante la prensa.
“Estimamos que todo esfuerzo que busca legalizar retroactivamente los asentamientos ilegales es inaceptable”, destacó el vocero, al asegurar que los altos cargos estadounidenses dieron a conocer estas posturas directamente a sus pares judíos.
“Estamos profundamente preocupados por el proyecto israelí”, agregó el diplomático.
Se trata de un cambió de postura y una de las posiciones más firmes tomadas por Washington con respecto a la colonización israelí en territorios ocupados desde la llegada del presidente Joe Biden a La Casa Blanca.
Donald Trump anotó una posición más indulgente y multiplicó los gestos hacia Israel y el entonces primer ministro, “su amigo”, Benjamín Nentayahu.