WASHINGTON.— Alejandro Mayorkas, secretario de Seguridad Nacional de Estados Unidos, reconoció este domingo que el país se prepara para recibir una oleada de inmigrantes y enfrentar una “presión extraordinaria” en la frontera con México una vez que se eliminen las restricciones de entrada relacionadas con la pandemia de COVID-19.
Entrevistado por la prensa local, Mayorkas admitió la amplitud del problema y repitió el contundente mensaje de “No vengan” a cualquier posible migrante que esté pensando en cruzar la frontera ilegalmente.
Recordó que sigue vigente el Título 42, la norma sanitaria aprobada por la Administración Trump en la pandemia que permite la expulsión rápida de migrantes en las fronteras terrestres, y también las normas migratorias por las que no puede pasar quien no tenga un permiso “válido” de entrada.
Su mensaje ahora, dijo Mayorkas, es el mismo, porque la frontera no está abierta: “no vengan”, reiteró, luego de que las previsiones apuntan a que puede haber 18.000 migrantes al día, tan pronto se levanten las restricciones.
El pasado viernes, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, trató de coordinar con su par mexicano, Andrés Manuel López Obrador, una estrategia común ante el flujo “sin precedentes” de migrantes que está llegando a la frontera común.
En ese contexto, las autoridades de migración mexicanas sostienen que solo en cuatro días detuvo a casi 6.000 migrantes, entre ellos 200 menores no acompañados, en su mayoría latinoamericanos y caribeños.
El Instituto Nacional de Migración (INM) dijo que muchos de los migrantes fueron localizados en casas de seguridad, cajas de tráileres, remolques para ganado u ocultos en compartimentos de autobuses o cabinas de tractocamiones.