WASHINGTON.- Estados Unidos inició este martes otro periodo excepcional de su historia al comenzar en el Senado el segundo juicio político contra Donald Trump, un año después de que fuera absuelto de los cargos de abuso de poder y obstrucción al Congreso por el caso Rusia-gate.
La Cámara Alta deberá decidir, por mayoría cualificada de dos tercios, tras la asonada contra el Capitolio el pasado 6 de enero. Se trata, según el líder de la mayoría demócrata Chuck Schumer, de “la acusación más grave presentada nunca contra un presidente en la historia de Estados Unidos”.
The House impeachment managers’ arguments today were some of the most powerful I’ve ever seen
Strong and touching@RepRaskin’s story got to your heart
The Senate impeachment trial of Donald Trump must be about truth and accountability following the despicable January 6 attack https://t.co/NhvyjDyd8l
— Chuck Schumer (@SenSchumer) February 9, 2021
Este 9 de febrero, el Senado celebró una votación en cuyo marco confirmó la constitucionalidad del juicio político contra Trump por “incitación a la insurrección”, tras el asalto al Capitolio por parte de sus fanáticos.
Los fiscales en el juicio político de la Cámara de Representantes (llamados gerentes del juicio político) debatieron este martes con los abogados de Trump, David Schoen y Bruce Castor, si el proceso corresponde con la Constitución, teniendo en cuenta que Trump ya no está en el cargo.
56 senadores, entre ellos miembros del Partido Republicano, votaron a favor de la legitimidad del juicio, mientras 44 se expresaron en contra.
Este miércoles 10 de febrero las partes comenzarán a presentar su caso y ambas tendrán 16 horas durante cuatro días para hacerlo. Se prevé que en total el juicio no duré más que una semana.
Trump llega así a su segundo impeachment, siendo el primer presidente estadounidense en ser sometido a este proceso dos veces durante un mandato.
La supuesta inconstitucionalidad del juicio, que quedó descartada este martes, era el primer alegato de la defensa, según los documentos que ha hecho públicos.
El segundo argumento es el discurso que Trump pronuncio a sus seguidores aquel 6 de enero, incitándolos a marchar hacia el Capitolio y urgiéndolos a luchar “como el demonio” está amparado por la primera enmienda, que protege la libertad de expresión.
El tercer argumento de la defensa del magnate es que lo que persiguen los demócratas es orquestar un “teatro político”.