El CAIRO.- El presidente de Egipto, Abdelfatah Sisi, manifestó que su país está dispuesto a ayudar a estabilizar la situación en Sudán. Sin embargo, dejó muy claro que las tropas egipcias actualmente desplegadas en Sudán no tienen la intención de apoyar a ninguno de los bandos enfrentados, sino que están allí para realizar entrenamientos.
El pasado 13 de abril, los canales de televisión árabes informaron que el grupo paramilitar Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF, por sus siglas en inglés) había desplegado sus unidades en la ciudad de Merowe, en el norte de Sudán.
Esa misma noche, el Ejército sudanés emitió una declaración en la que consideró que el despliegue de las RSF en Jartum y otras ciudades «era ilegal» y se realizó sin coordinación alguna con las Fuerzas Armadas. Posteriormente, el 15 de abril, se registraron enfrentamientos entre el Ejército de Sudán y las RSF.
Los paramilitares acusaron al Ejército de haber atacado su base en Jartum, utilizando «todo tipo de armas«, y anunciaron la toma del Palacio de la República (sede de la Presidencia), el aeropuerto de la capital y la base aérea de Merowe.
Por su parte, el Ejército desmintió esas declaraciones y aseguró que mantenía el control sobre todas las instalaciones estratégicas, incluyendo el Palacio Presidencial.
El jefe del Consejo Soberano de Transición de Sudán, Abdel Fattah Burhan, ordenó la disolución de las RSF por atacar instalaciones estatales y estratégicas. El Ejército de Sudán afirmó haber capturado las instalaciones de las RSF en las ciudades de Al Damazin, Gedaref, Kasala, Kosti, Puerto Sudán, Kadugli y su mayor base en Jartum.
Según informó el diario Sudan Tribune el domingo, el Comité Central de Médicos de Sudán estima que más de 100 civiles han muerto como consecuencia de los enfrentamientos.