JERUSALÉN.- La canciller alemana, Angela Merkel, viajó a Israel para reunirse con Benjamin Netanyahu, primer ministro, y aprovechó la visita para dejar un claro mensaje al pueblo judío.
«Alemania tiene la responsabilidad de recordar los crímenes del Holocausto y de luchar contra el antisemitismo, la xenofobia, la violencia y el odio. Los judíos en Alemania sufrieron un odio y violencia que nunca antes conocieron», escribió la mandataria en el libro de visitas del Yad Vashemm, en Jerusalén, museo que recuerda a los seis millones de judíos exterminados por el régimen nazi.
Luego de esta visita, la canciller fue recibida por el presidente de la Universidad de Haifa, Ron Robin, quien le entregó un Doctorado Honoris Causa y la definió como «una de las líderes más prominentes del mundo libre» en marco de un momento «definitivamente difícil para Occidente».
Tras cumplir estas dos citas protocolares, Merkel se prepara para la reunión en el Museo de Israel con Benjamin Netanayahu, y empresarios de ambos países. Allí debatirán sobre la futura cooperación en materia de seguridad, científica, económica, cultural y cibernética que desean mantener, y además firmarán una serie de acuerdos de entendimiento.
El miércoles por la noche, en su llegada al país, admitió que ambos gobiernos están lejos de tener las mismas opiniones sobre el acuerdo nuclear iraní o la colonización de Cisjordania, sin embargo confirmó que ambos abogar por impedir el desarrollo de armas nucleares en Irán.