SEÚL.— El expresidente surcoreano Yoon Suk Yeol regresó este jueves a una celda de aislamiento con comida básica y un uniforme caqui, luego de que los fiscales obtuvieran una nueva orden de detención por su intento de imponer la ley marcial el año pasado.
La decisión del Tribunal del Distrito Central de Seúl de aprobar la orden refuerza la investigación del fiscal especial sobre las acusaciones de que el intento de Yoon en diciembre constituyó obstrucción a la justicia y abuso de poder.
En un comunicado, el tribunal explicó que concedió la solicitud por temor a que Yoon pudiera destruir pruebas, lo que llevó a su reingreso al Centro de Detención de Seúl, donde ya había pasado 52 días a principios de año antes de ser liberado hace cuatro meses por cuestiones técnicas.
Tras su liberación, Yoon había regresado a vivir con su esposa y sus 11 perros y gatos en un apartamento de 164 metros cuadrados en un exclusivo distrito de Seúl. Según una declaración oficial, la pareja tiene un patrimonio neto estimado en 7.500 millones de wones (5,47 millones de dólares).
Pero ahora Yoon será alojado en una celda de aislamiento de 10 metros cuadrados, deberá vestir un uniforme caqui de dos piezas y dormir en un colchón plegable sobre el suelo, sin aire acondicionado, según informaron un funcionario del centro de detención y medios locales.
Con una ola de calor azotando el país, Yoon deberá conformarse con un pequeño ventilador eléctrico que se apaga por la noche, dijo el legislador opositor Park Jie-won —quien también estuvo encarcelado allí— durante un programa en YouTube.
Un funcionario del penal informó que este jueves se sirvió a los reclusos un desayuno de papas al vapor y mini panes de queso.
El político conservador enfrenta cargos criminales por insurrección debido a su decreto de ley marcial, lo que podría conllevar una pena de cadena perpetua o incluso la pena de muerte.
Horas después de su reingreso en prisión, el tribunal celebró la audiencia de su juicio por insurrección este jueves por la mañana, aunque Yoon no asistió.
Sus abogados dijeron al tribunal que no pudo presentarse por motivos de salud, según informó la agencia Yonhap.
La Corte Constitucional destituyó a Yoon como presidente en abril, al ratificar la acusación parlamentaria por su intento de imponer la ley marcial, lo que conmocionó a la sociedad surcoreana y desencadenó meses de agitación política.
El equipo del fiscal especial inició su investigación tras la elección del nuevo presidente Lee Jae Myung en junio, y actualmente evalúa cargos adicionales contra Yoon.
Conformado por más de 200 fiscales e investigadores, el equipo ahora acelerará la indagación sobre distintas acusaciones, entre ellas si Yoon perjudicó los intereses nacionales al exacerbar deliberadamente las tensiones con Corea del Norte.
El equipo tiene previsto interrogar a Yoon el viernes, y ya notificó a su esposa y a sus abogados sobre la detención mediante cartas, según informó la fiscal adjunta Park Ji-young.
El presidente de la Asamblea Nacional, Woo Won-shik, afirmó que la detención de Yoon debe contribuir a esclarecer la verdad sobre la crisis de la ley marcial y a restaurar la democracia.
“Nadie está por encima de la ley”, escribió Woo en una publicación en Facebook.
Yoon había asistido a la audiencia judicial del miércoles sobre su orden de detención vestido con un traje azul marino oscuro y corbata roja, pero no respondió a las preguntas de la prensa.
Sus abogados niegan todas las acusaciones y calificaron la solicitud de detención como una medida injustificada dentro de una investigación precipitada.
Más de mil simpatizantes se manifestaron cerca del tribunal el miércoles, según medios locales, agitando banderas y carteles y coreando el nombre de Yoon bajo un calor abrasador de 35 °C.
En su solicitud de orden de arresto, los fiscales argumentaron que Yoon representa un riesgo de fuga, según la prensa surcoreana.