QUITO.— En la ciudad de Esmeraldas se vivió una escena de terror luego de que las autoridades afirmaran que dos personas decapitadas colgaban de un paso peatonal elevado en los accesos.
Este es el tercer evento de esta naturaleza que se registra este año en Ecuador, donde la violencia no se detiene.
La Policía de Ecuador confirmó este en el último día de octubre el hallazgo de dos cuerpos que colgaban de un paso peatonal en los accesos de la ciudad de Esmeraldas, capital de la provincia del mismo nombre (norte del litoral de Ecuador), al frente de una escuela.
Uno de los cadáveres se encontraba suspendido sobre la estructura, casi sobre la carretera y el otro, yacía sobre el pasaje peatonal.
Ecuador 🇪🇨 en las últimas 24 horas:
ZONA DE GUERRA– Más de 10 atentados en Guayaquil, Durán y Esmeraldas
– 5 policías asesinados
– Estado de excepción en Guayas y Esmeraldas
– Protestas de reos por traslado en la Penitenciaría del Litoral
-Panfletos con amenazas pic.twitter.com/PmdYqslHCa— Alert News 24/7 (@AlertNews247) November 1, 2022
Los cuerpos tenían varias heridas de arma blanca y no contaban con documentos de identificación. Este es el tercer crimen de similares características que muestra la crítica situación de violencia que atraviesa el país.
El 14 de febrero, en la ciudad de Durán —segunda urbe más poblada de la céntrica provincia de Guayas—, dos cuerpos fueron colgados de un puente peatonal, mientras que el 15 de marzo fue hallado en el cantón La Troncal, en la provincia de Cañar (al sur del país), un cadáver suspendido en iguales condiciones.
Solo en la provincia de Esmeraldas se registraron más de 400 homicidios en lo que va del 2022 y la tasa de muertes violentas alcanza el 63%, posicionándose como la segunda región más violenta del país.
A la mañana de este lunes 31, vecinos de la zona 50 casas, al sur de Esmeraldas, encontraron las cabezas humanas que se presumen podrían corresponder a los cuerpos decapitados encontrados ese mismo día aunque se espera el pronunciamiento de la Policía.
El hallazgo se da una semana después de que el coronel William Calle, jefe de la subzona de Esmeraldas, fuera designado para otro cargo tras pedir apoyo al Gobierno nacional para combatir el crimen organizado ante el aumento de las muertes violentas en la ciudad.
En octubre el jefe de la Policía Nacional en esta zona había advertido la gran presencia de bandas armadas en la región, principalmente la amenaza que representaban «los Tiguerones».