CIUDAD DEL VATICANO.- Antes de comenzar a impartir la histórica y tradicional bendición Urbi et Orbi en la misa de Navidad, el Papa Francisco hizo un llamado a «la paz para Jerusalén y para toda la Tierra Santa»: Hizo hincapié convocando a que «Recemos para que la voluntad de reanudar el diálogo pueda prevalecer entre las partes y que finalmente se pueda alcanzar una solución negociada, que permita la coexistencia pacífica de dos Estados dentro de fronteras mutuamente acordadas entre ellos e internacionalmente reconocidas. Feliz Navidad«.
Francisco dedicó casi la totalidad de su mensaje al sufrimiento de los niños en el mundo, al tiempo que la crisis alimentaria en la Venezuela de Nicolás Maduro, donde cientos de niños mueren a diario producto de la severa desnutrición infantil que azota al país sudamericano, despierta el estupor del mundo entero.
El Papa recalcó que «mientras el mundo se ve azotado por vientos de guerra, y un modelo de desarrollo ya caduco sigue provocando degradación humana, social y ambiental, la Navidad nos invita a recordar la señal del Niño y a que lo reconozcamos en los rostros de los niños, especialmente de aquellos para los que, como Jesús, no hay sitio en la posada».
Además instó a que se retome «un diálogo sereno» entre todas las partes en Venezuela. «Confiamos Venezuela al Niño Jesús para que se pueda retomar un diálogo sereno entre los diversos componentes sociales por el bien de todo el querido pueblo venezolano«, deseó.