BAGDAD.- El Parlamento de Irak despidió al gobernador de la provincia norteña de Nínive, donde más de 100 personas murieron cuando un ferry volcó hace tres días.
La mayoría de los que se ahogaron en el río Tigris cerca de Mosul eran familias, en muchos casos con niños, que celebraban el feriado de Nowruz y el día de la madre el jueves.
El primer ministro Adel Abdul Mahdi pidió el sábado a los legisladores que despidieran al gobernador provincial de Nínive, Nawfel Akoub, citando «negligencia y fallas concretas». Sus dos diputados también fueron despedidos durante una votación en la asamblea nacional.
El Parlamento declaró a los muertos en la tragedia «mártires», permitiendo a sus familias recibir una compensación económica y allanando el camino para los procedimientos judiciales.
Al menos 16 personas fueron arrestadas como parte de una investigación sobre el hundimiento del ferry, dijo un funcionario de seguridad.
Las autoridades informaron que 63 personas seguían estando catalogadas como desaparecidas.
El domingo, decenas de estudiantes realizaron una protesta silenciosa en el campus de la Universidad de Mosul, vestidos de negro para llorar a las víctimas. Uno de ellos, Abdullah al-Jubburi, dijo a la agencia de noticias AFP que se estaban manifestando para exigir que los políticos y funcionarios «corruptos» fueran reemplazados.
Abdul Mahdi visitó el lugar del accidente el jueves, cuando ordenó una investigación y advirtió a los responsables que rendirían cuentas.
Los que estaban a bordo del ferry se dirigían a una isla cercana. Aunque no ha habido ninguna mención oficial de la causa detrás del accidente, los residentes locales dijeron que se debía al hacinamiento, dado que el ferry solo tenía espacio para 50 pasajeros.
El hundimiento del ferry fue un golpe trágico para Mosul, la segunda ciudad más grande de Irak, que aún lucha por superar la devastación causada por los enfrentamientos entre Estado Islámico y la coalición liderada por Estados Unidos.
El grupo armado capturó Mosul en el verano de 2014, convirtiéndose en su principal bastión en Irak. Después de que las fuerzas iraquíes lo retomaran tres años después, en julio de 2017, gran parte de la ciudad quedó en ruinas.