BERLÍN.— Alemania anunció que destinará otros 65.000 millones de euros en una nueva ronda de medidas para mitigar el golpe de la inflación y los altos precios de la energía para los alemanes, de acuerdo con un anuncio hecho este domingo por la coalición gobernante.
“Alemania se mantiene unida en un momento difícil. Como país, superaremos este momento difícil”, dijo el domingo el canciller, Olaf Scholz, en una conferencia de prensa con líderes de los Verdes y el partido liberal FDP, los dos socios de la coalición gobernante.
Entre las medidas anunciadas se contempla: pagos puntuales adicionales para ayudar a los consumidores con los costes de energía, un límite de precio a una cantidad básica de consumo energético de familias e individuos y una nueva versión del popular “pasaje de 9 euros” para el servicio nacional de transporte público.
Scholz aseguró ser “muy consciente” de que muchos alemanes tienen problemas para asumir el alza de los precios, y afirmó que el gobierno está listo para ayudar. “Nos tomamos estas preocupaciones muy, muy en serio”.
Además de los pagos puntuales de €300 para trabajadores que ya se habían anunciado para compensar los costes de la energía, el gobierno espera ofrecer otra ronda de pagos para otros grupos. Los jubilados recibirán 300 euros, por ejemplo, mientras que los estudiantes recibirán 200 euros.
En ese sentido y para mantener los costes de la energía más bajos para personas y familias, el gobierno anunció un “freno de precios” en energía y dijo que tiene previsto ofrecer una cantidad básica de energía para todos a precios bajos.
El gobierno también creará la nueva versión de su “pasaje de 9 euros”, un pasaje nacional que permite viajes sin límite en transporte público regional y local. El pasaje de 9 euros mensuales se anunció durante tres meses a principios de junio dentro de un plan del gobierno que pretendía ayudar a combatir la inflación y los precios del combustible.
Las medidas adicionales previstas como parte del paquete incluyen subsidios más altos para familias con hijos, una reforma de las ayudas de vivienda y pagos más cuantiosos para personas de bajos ingresos que reciben asistencia del gobierno.
Scholz aprovechó su intervención para culpar al presidente de Rusia, Vladímir Putin, por los altos precios de la energía y dijo que Rusia “ha roto su contrato” y “ya no es un proveedor fiable de energía”.