El vacío de poder en Líbano agrava la crisis política

0
225
Líbano

BEIRUT.— El presidente de Líbano, Michel Aoun, abandonó el palacio presidencial el sábado antes de que expire su mandato y sin que haya un sucesor designado, lo que agravó el bloqueo político del país, en pleno hundimiento económico.

Antes de su salida, el presidente firmó un decreto que elimina la posibilidad de que el primer ministro dimisionario dirija el país de forma interina.

La decisión del jefe de Estado, cristiano maronita según el reparto de poder vigente en este pequeño estado multiconfesional, llega después de que el primer ministro Najib Mikati, musulmán sunita, lleve meses tratando de formar gobierno sin éxito por divergencias con el partido de Aoun.

Mikati dimitió tras las legislativas de primavera y fue elegido de nuevo por los diputados para formar gobierno.

No obstante, el gesto de Aoun, aunque «sin precedentes» desde que Líbano adoptó su Constitución en 1926, es simbólico, ya que «la ley estipula que un gobierno dimisionario seguirá (dirigiendo) hasta que se forme un nuevo gabinete», explicó el profesor y experto en Constitucionalismo Wissam Laham.

El mandato de seis años de Michel Aoun se terminó sin que los diputados lograran ponerse de acuerdo sobre su relevo.

El parlamento fue convocado en vano, cuatro veces en el último mes, para elegir un presidente, pero ni el campo de los musulmanes chiítas Hezbolá -el poderoso movimiento armado que domina la vida política en el Líbano- ni el de sus oponentes tienen una mayoría clara para imponer un candidato.

El mandato de Aoun estuvo marcado por el derrumbe económico, un levantamiento popular en 2019 y la explosión en el puerto de Beirut, que arrasó la capital en el verano de 2020.

Desde 2019, el país vive sumido en una grave crisis financiera. Su moneda ha perdido más del 95% de su valor y más del 80% de los habitantes viven por debajo del umbral de la pobreza, según la ONU.