MANAGUA.- Cortes de rutas, protestas, violencia, amenazas, muertos: Es lo que ha dejado la crisis que sacude a Nicaragua desde mediados de abril y que ahora empeoro tras la suspensión del diálogo y la negativa del Gobierno de Daniel Ortega, quien no cede.
Cientos de ciudadanos y estudiantes mantienen los bloqueos de rutas en diferentes puntos del país como manera de presión para que Ortega y su esposa Rosario Murillo renuncien al Gobierno.
Las protestas han deteriorado la economía y el abastecimiento del país, han muerto 83 personas y han sido heridas otras 860, según recuentos de la Policía y organismos humanitarios.
Al menos cuatro personas murieron el sábado aseguró la Policía, testigos indicaron que grupos afines del Gobierno dispararon contra el grupo de personas que murieron inmediatamente en el lugar.
En una entrevista con un diario local, Guy de Pierrefeu, presidente de la Cámara de Comercio de Industria de Tegucigalpa, aseguró que la crisis sociopolítica que atraviesa Nicaragua genera inestabilidad en las relaciones comerciales del país con el resto de la región. “La inestabilidad política e institucional del cualquier país es perjudicial para toda la región”, aseveró de Pierrefeu.