ADJUNTAS.- Diez meses se cumplen del devastador paso del huracán María. Adjuntas sigue quedándose sin electricidad cada vez que las fuertes lluvias o el viento sacuden el frágil tendido eléctrico que alimenta a esta localidad en lo alto de las montañas del centro de Puerto Rico.
El deteriorado y frágil sistema eléctrico abastece a 20.000 habitantes que se quedan a oscuras, sin luz, agua fresca o aire acondicionado, a excepción de un puñado de casas y negocios que se iluminan en la noche gracias a la energía solar.
Los residentes de Adjuntas llaman a estos lugares “cucubanos”, como un tipo de luciérnaga propia de este país. Forman parte de un pequeño, pero creciente, movimiento que busca proporcionar al territorio estadounidense una energía sostenible y renovable independiente de su precario sistema eléctrico.
Ferreterías, Barberías, y ultramarinos están adaptándose a la transición de la energía solar, intentando alejarse de la empresa eléctrica estatal, que continua dependiendo de la importancia de petróleo. Las autoridades ambientalistas aseguran que si bien el número hoy todavía es bajo, y millones aún dependen del sistema eléctrico convencional, Puerto Rico puede hacer un cambio a gran escala hacia las energías renovables.
En la actualidad las renovables representan el 4% de la generación de electricidad de la empresa estatal, frente a la media nacional estadounidense del 15%, por lo que es probable que pasen varios años antes de que la energía solar suponga una parte importante de la electricidad de la isla.