ANKARA.- Turquía está lista para hacerse cargo de la seguridad en Manbij, una ciudad en el noreste de Siria en poder de las fuerzas kurdas donde cuatro estadounidenses murieron en un atentado la semana pasada, dijo el presidente Recep Tayyip Erdogan a su homólogo Donald Trump en una llamada telefónica.
Una declaración de la presidencia turca informó que Erdogan dijo el domingo a Trump que el ataque en Manbij fue una provocación por parte de Estado Islámico para influir en el esperado retiro de tropas de Estados Unidos del país en guerra.
Trump anunció el 19 de diciembre que Estados Unidos retiraría a sus 2.000 soldados del noreste de Siria rápidamente, declarando que ISIS había sido derrotado, un punto de vista no compartido por muchos expertos en seguridad y asesores políticos. Desde entonces, los funcionarios estadounidenses han estado retrasando la línea temporal de Trump, sugiriendo que las condiciones para tal retiro serían terminar con Estado Islámico y que Turquía garantice la seguridad de las tropas kurdas aliadas con Estados Unidos.
La llamada del domingo se produjo casi una semana después de otra conversación telefónica entre los dos líderes en la que discutieron la situación en el noreste de Siria, en medio de las crecientes tensiones sobre el destino de los combatientes kurdos en el país devastado por la guerra.
Localizado cerca de la frontera con Turquía, Manbij se ha convertido en un punto focal de tensiones después de la decisión de Trump de retirar las fuerzas estadounidenses, cuya presencia ha impedido a Ankara atacar a los combatientes kurdos, el principal aliado de Washington en su lucha contra ISIS.
El mes pasado, el YPG kurdo invitó a las fuerzas del presidente sirio Bashar al-Assad a la zona, con la esperanza de evitar un asalto turco.
En su descripción del llamado, la Casa Blanca no mencionó la oferta de Erdogan de hacerse cargo de la seguridad en Manbij, pero dijo que los dos hombres acordaron seguir buscando un acuerdo negociado para el noreste de Siria que satisfaga las necesidades de seguridad de ambas naciones. «El presidente Trump subrayó la importancia de derrotar a los elementos terroristas que permanecen en Siria», expresó Sarah Sanders, portavoz de la Casa Blanca, en una descripción de la conversación telefónica. «Los dos líderes acordaron continuar buscando una solución negociada para el noreste de Siria que logre nuestros respectivos problemas de seguridad. También discutieron su interés mutuo en expandir la relación comercial entre los Estados Unidos y Turquía», agregó.
Trump había advertido previamente a Turquía que no atacara a los combatientes kurdos en Siria. En respuesta, el ministro de Relaciones Exteriores de Turquía, Mevlut Cavusoglu, dijo que «no nos asustan ni nos intimidan las amenazas», y agregó que «las amenazas económicas contra Turquía no llegarán a ninguna parte».
En su declaración sobre el último llamamiento, la presidencia turca también dijo que los dos líderes acordaron acelerar las discusiones entre sus jefes de personal sobre una zona segura en el noreste de Siria. La semana pasada, Trump sugirió crear una zona segura, sin dar más detalles. El SDF dijo el miércoles que estaba listo para ayudar a crear dicha región, en medio de los temores kurdos de que la retirada de Estados Unidos le daría a Ankara la oportunidad de montar una nueva ofensiva.
