BOGOTÁ.— El representante de Comercio de Estados Unidos, Jamieson Greer, ha enviado una carta a la ministra de Comercio, Industria y Turismo de Colombia, Cielo Rusinque, en la que le insta a buscar una solución que evite la creación de una barrera a las exportaciones estadounidenses de automóviles.
En concreto, Greer hace referencia a una serie de regulaciones de seguridad automotriz que Colombia se dispone a implementar y que pondrán en peligro casi US$ 700 millones en exportaciones anuales de automóviles estadounidenses.
Dicha medida, que entraría en vigor el próximo 2 de mayo, supondría poner fin a la aceptación, desde hace tiempo, por parte de Colombia de las normas estadounidenses para vehículos motorizados y los procedimientos de certificación para vehículos y sus componentes.
«Si Colombia no corrige esta situación, podría resultar en el cese total de las importaciones de automóviles desde Estados Unidos a partir del 2 de mayo, fecha prevista para la entrada en vigor de la primera de las regulaciones», ha advertido el representante de Comercio.
Según la Casa Blanca, Colombia está buscando cambiar los requisitos de certificación para vehículos y sus componentes que cumplen con las Normas Federales de Seguridad de Vehículos Motorizados (FMVSS) de EE. UU., sin aportar evidencia alguna de que el método actual para demostrar la conformidad con las FMVSS del país norteamericano no cumple con los objetivos de seguridad y rendimiento de Colombia.
A su juicio, la insistencia de Colombia constituye «una práctica comercial desleal» que podría generar una rápida aplicación de la ley por parte de Estados Unidos.
Aunque Estados Unidos apoya los objetivos de Colombia de mejorar la seguridad vehicular y vial, su Gobierno ha puntualizado que las regulaciones colombianas obstruirán el comercio con Colombia y perturbarán la economía nacional colombiana «sin ninguna expectativa razonable de mejoras en la seguridad pública».
Dicha perturbación también podría tener un impacto negativo en las ventas de automóviles y los empleos de servicio en Colombia, aumentar innecesariamente los costos para los consumidores colombianos y limitar su acceso a productos más nuevos y seguros.
«Existe una solución que permite alcanzar los objetivos de Colombia y evitar la creación de una barrera a las exportaciones estadounidenses. Insto al Gobierno de Colombia a retrasar de inmediato estas regulaciones para que nuestros equipos puedan encontrar una solución permanente», concluye la misiva.