BRUSELAS.— La Unión Europea reveló una serie de medidas que van desde impulsar las energías renovables y las importaciones de gas natural licuado (GNL) a disminuir la demanda de energía en su búsqueda por dejar de depender de los suministros rusos.
El plan de 210.000 millones de euros (US$221.000 millones) anunciado por la Comisión Europea este miércoles se centra en reducir los trámites burocráticos para los parques eólicos y solares; lo que allana el camino para que las energías limpias alcancen un objetivo mayor del 45% de las necesidades energéticas del bloque para 2030. Asimismo, acordó normas de emergencia para todo el Bloque en caso de una interrupción generalizada del suministro.
El plan refuerza el intento de la UE de reducir las compras de gas ruso en dos tercios este año. Pero sigue siendo un desafío gigantesco, ya que la nación eurasiática representaba alrededor del 40% de las importaciones de gas de la Zona Euro antes de la guerra y encontrar reemplazos no será fácil. La región también ha estado tratando de impulsar la energía limpia, y algunos en la UE argumentan que el riesgo de un corte por parte de Moscú debería acelerar el giro.
“Ahora debemos reducir lo más rápido posible nuestra dependencia de los combustibles fósiles rusos”, dijo la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, a la prensa. “Esto acelerará nuestro Pacto Verde Europeo”.
Aun así, el grueso de la estrategia del bloque se basa en encontrar gas en otros lugares. El GNL reemplazará alrededor de 50.000 millones de metros cúbicos al año de suministros rusos, casi un tercio del total. Las naciones africanas como Nigeria, Senegal y Angola ofrecen un gran potencial sin explotar para el GNL, dijo la UE. Eni SpA de Italia ya se ha mudado a suministros seguros del continente.
Según los últimos planes, Bruselas acordó principios comunes para las respuestas de emergencia en caso de que haya una interrupción más amplia del suministro. Podría limitar los precios del gas para evitar costos “insoportablemente altos” si Rusia, el mayor proveedor de la región, limita o corta significativamente los flujos.
Para ayudar a financiar los esfuerzos para diversificarse más allá del combustible ruso, la UE planea vender 20.000 millones de euros en permisos de sus reservas del mercado de carbono. Eso aumentaría el mecanismo de recuperación y resiliencia pandémica del Bloque,sin embargo; corre el riesgo de que a las empresas les resulte más barato contaminar. Para las necesidades energéticas inmediatas, los países también podrán desviarse de las reglas de “no causar daños significativos” destinadas a prevenir daños ambientales.
Los planes anunciados este 18 de mayo ponen un enfoque renovado en el ahorro de energía. El bloque impulsará su meta de eficiencia para reducir el consumo en al menos un 13% de las proyecciones realizadas en 2020, frente al 9% actual. También presentará una campaña denominada “UE ahorra” para alentar a los ciudadanos a usar menos combustible. La UE tiene como objetivo instalar 10 millones de bombas de calor en los próximos cinco años.