YAKARTA.— El pasado sábado, un trágico accidente sacudió la planta de níquel en la provincia oriental de Celebés, Indonesia, con devastadoras consecuencias.
La explosión, que ocurrió mientras los trabajadores realizaban reparaciones en una caldera en la instalación perteneciente a PT Indonesia Tsingshan Stainless Steel (ITSS) en el parque industrial Morowali, ha dejado un sombrío saldo de 18 personas fallecidas.
El jefe policial de Morowali, Suprianto, confirmó este martes el aumento en el número de víctimas mortales, revelando que estas perdieron la vida a causa de quemaduras que afectaron gravemente más del 70% de sus cuerpos.
La isla de Celebés, reconocida por ser un centro clave en la producción de níquel, se vio envuelta en esta tragedia, que afectó tanto a trabajadores indonesios como a empleados extranjeros. Diez de las personas fallecidas eran de nacionalidad indonesia, mientras que las otras ocho tenían ciudadanía extranjera. Además, 24 individuos permanecen hospitalizados y otros seis están recibiendo atención en las clínicas de ITSS.
Las investigaciones iniciales señalan que la explosión se desencadenó cuando residuos de la caldera, sometida a labores de mantenimiento, entraron en contacto con materiales inflamables en el lugar.
La planta, perteneciente al Tsingshan Holding Group, el mayor productor mundial de níquel y el principal fabricante chino de acero inoxidable, ha sido el epicentro de este lamentable incidente, desatando preocupación y llamados a una investigación exhaustiva para dilucidar las causas exactas de este trágico suceso.