KABUL.- La Gran Asamblea, que reúne a personas prominentes y de la élite política de Afganistán, decidió este domingo la liberación de los últimos 400 presos talibanes, todos ellos acusados de graves crímenes como participación en atentados terroristas que dejaron numerosos muertos afganos y extranjeros, con el fin de «eliminar los obstáculos” para iniciar el diálogo de paz.
“Con el fin de eliminar los obstáculos para iniciar las conversaciones de paz, parar el derramamiento de sangre y por el bien de la población la Jirga (asamblea) aprueba la liberación de 400 prisioneros como pedían los talibanes», anunció un miembro de la misma.
Los insurgentes de origen extranjero serán “entregados a sus respectivos países” tras obtener las garantías necesarias, recomendó la Jirga. “La decisión de la Loya Jirga ha eliminado la última excusa y obstáculos en el camino hacía las conversaciones de paz. Estamos cerca de ellas”, dijo Abdullah Abdullah, quien fue designado por el gobierno para lidiar las negociaciones con el Talibán.
El Gobierno de Afganistán ya liberó más de 5.000 insurgentes y se había resistido a liberar a estos últimos 400, que tienen antecedentes de asesinato, tráfico, secuestro y delitos graves.
La lista incluye 44 rebeldes que suscitan la preocupación de Estados Unidos y otros países por su papel en atentados de “alto perfil”, pese a lo cual la Casa Blanca abogó por que se cumpla lo pactado.
Por su parte, el Talibán excarceló a un millar de miembros de las fuerzas afganas, como establecía el acuerdo pactado entre el grupo y Estados Unidos en febrero.
La Asamblea pidió a los talibanes que se aseguren que estos 400 prisioneros no regresarán al campo de batalla, así como la liberación “de todos los civiles y militares presos de sus cárceles”
Ashraf Ghani, presidente afgano, afirmó que firmara el decreto para liberar a estos 400 excombatientes. De esta manera, Afganistán abre el camino para poner fin a un conflicto que ha desangrado al país durante casi dos décadas.