NUEVA YORK.- Un mayor gasto público elevará el déficit presupuestario de Arabia Saudita al siete por ciento del producto bruto interno (PBI) este año, afirmó el miércoles el Fondo Monetario Internacional (FMI).
Este nuevo pronóstico está muy por encima de las proyecciones del gobierno, lo que indica que el desempeño económico no está a la par con el gasto.
La cifra del FMI se basa en suposiciones de que la producción de petróleo de Arabia Saudita promediará 10,2 millones de barriles por día y que los precios del petróleo promediarán 65,50 dólares por barril en 2019.
El gobierno saudí ha pronosticado un déficit presupuestario de 4,2 por ciento del PBI este año, comparado con el 4,6 por ciento de 2018.
El FMI afirmó que la introducción de un impuesto al valor agregado ha sido muy exitosa, pero que el gobierno de Arabia Saudita debería considerar aumentar la tasa del cinco por ciento, lo que es bajo para los estándares mundiales.
La reducción en los salarios del gobierno, los aumentos más pequeños en el gasto de capital y una mejor focalización de los beneficios sociales producirían ahorros presupuestarios, agregó el FMI.
Jihad Azour, director del Departamento de Medio Oriente y Asia Central del FMI, dijo el mes pasado a la agencia de noticias Reuters que el déficit presupuestario de Arabia Saudita podría alcanzar casi el ocho por ciento, pero también dijo que la estimación probablemente se revisará.
El ministro de Finanzas de Arabia Saudita, Mohammed al-Jadaan, declaró el mes pasado que el reino registró un superávit presupuestario de 27,8 mil millones de riales (7,4 mil millones de dólares) en el período de enero a marzo, su primer superávit trimestral desde que los precios del petróleo cayeron en 2014.
En esa línea, el FMI agregó que se espera que el crecimiento real no petrolero se fortalezca aún más hasta el 2,9 por ciento en 2019, aumentando el crecimiento económico general al 1,9 por ciento.
El organismo internacional sostuvo que el aumento en los precios del petróleo desde el comienzo del año está impulsando la confianza, pero fue difícil evaluar los movimientos futuros en el mercado del petróleo debido a las incertidumbres sobre la producción en algunos países exportadores clave.