JARTUM.- El ejército de Sudán quiere entregar el poder a un gobierno elegido democráticamente tan pronto como sea posible en las turbulentas secuelas del derrocamiento del expresidente Omar al-Bashir, aseguró un prominente general en una entrevista publicada el miércoles.
«Nos cansamos. Queremos entregar el poder hoy, no mañana», anunció Mohamed Hamdan Dagalo, vicepresidente del consejo militar, al periódico estatal egipcio Al Ahram.
El consejo ha estado encerrado en conversaciones con una alianza de manifestantes y grupos de oposición que exigen el liderazgo civil de un nuevo cuerpo soberano para supervisar una transición de tres años hacia la democracia.
Las conversaciones se suspendieron en las primeras horas del martes, sin una fecha establecida para su reanudación.
Pero Dagalo, quien es ampliamente conocido como Hemedti y lidera las temidas Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF) paramilitares de Sudán, dijo que los militares estaban impacientes por una solución. «Los miembros del consejo militar no son políticos y estamos esperando que se forme el gobierno», afirmó.
El general, que se ha convertido en el miembro más prominente del consejo militar que expulsó y arrestó a al-Bashir después de meses de protestas, agregó que se estaban llevando a cabo procedimientos judiciales contra el expresidente detenido y algunos de sus aliados. «Hasta ahora hemos arrestado a 25 miembros de las figuras del régimen y estamos preparando los archivos para sus cargos», confirmó.
El martes, el principal grupo de protesta de Sudán, la Asociación de Profesionales Sudaneses, convocó una huelga general y dijo que el ejército sigue insistiendo en dirigir la transición y mantener una mayoría militar en el consejo.
A última hora del martes, un video de Dagalo sugiriendo que aquellos que se declararon en huelga podrían perder su trabajo fue difundido ampliamente en las redes sociales. En respuesta, los manifestantes publicaron fotos posando y portando carteles que decían: “¡Hemedti, ven y despídeme!”.
Algunos manifestantes acusaron a las RSF de disparar en manifestaciones la semana pasada, cuando varios murieron y decenas más resultaron heridos. Los militares lo negaron.
