ATENAS.— Debería fijarse un tope de precios para todo el Gas Natural que compren los países de la Unión Europea, y no solo para el ruso, declaró el primer ministro, Kyriakos Mitsotakis.
La Unión Europea debe tener una respuesta coordinada al desafío que supone el “chantaje” del presidente ruso Vladímir Putin con el suministro de gas, indicó durante el fin de semana Mitsotakis.
La operación militar de Putin en Ucrania pretende “legitimar un autoritarismo despótico y permitir que cualquier pendenciero local” haga lo mismo, señaló Mitsotakis en una referencia bastante directa a la vecina Turquía y al discurso cada vez más agresivo del presidente Recep Tayyip Erdogan.
“En la guerra de Ucrania, apoyamos a los que se defienden, apoyamos la democracia y la libertad… sabemos lo que es tener un vecino (agresivo)”, agregó.
«Grecia fue uno de los primeros países en proponer a la UE un tope común para las importaciones de gas natural. No solo para el gas natural ruso. Un tope de índice en la bolsa del TTF [Title Transfer Facility], y no solo en las importaciones de gas natural ruso», enfatizó Mitsotakis en una rueda de prensa.
Según el primer ministro, el precio actual del gas no tiene nada que ver con el precio en la bolsa, y señaló que hay un amplio acuerdo sobre la imposición de los beneficios excesivos de las empresas.
Subrayó que los precios del combustible son diez veces más altos que hace dos años, y aseguró que Grecia está realizado dos intervenciones en ese sentido.
«Vamos a aumentar las ayudas a la calefacción en 300 millones de euros, y podemos reducir el precio del gasóleo para la calefacción en la primera fase, y así animar a los hogares a cambiar el gas natural por el gasóleo para calentar sus casas. Pero también habrá una subvención para el precio del gas natural», confirmó Mitsotakis.
Rusia, por su parte, prometió que tomaría represalias cortando los envíos de gas y petróleo, lo que podría devastar la economía europea y perjudicar a Estados Unidos al disparar los precios mundiales de la energía.
“Rusia no permitirá que nadie le imponga ninguna norma, tampoco en el sector energético”. Si se introdujera un tope de precios para la energía rusa, Moscú simplemente se negaría a suministrarla, ya que iría en contra de los intereses económicos de Rusia, expresó al respecto Putin.
Algo que podría devastar la economía europea y perjudicar a Estados Unidos al disparar los precios mundiales de la energía, porque si Rusia deja de suministrar petróleo a Occidente, esto podría agravar la recesión en Europa, perjudicar la economía estadounidense y debilitar aún más los lazos transatlánticos, según algunos economistas citados por The Washington Post.