MUNDO.— En 2022, 735 millones de personas en todo el mundo padecían hambre, lo que representa el 9,2% de la población mundial. Esta cifra se estabilizó en comparación con 2021, pero todavía es demasiado alta.
El hambre es más prevalente en África, donde una de cada cinco personas padece hambre. En América Latina, la prevalencia del hambre se redujo del 7% en 2021 al 6,5% en 2022. Sin embargo, esta reducción se debe principalmente a una mejor situación en América del Sur, mientras que el Caribe experimentó un aumento del hambre.
Hay una serie de factores que contribuyen al hambre, incluyendo el conflicto, el cambio climático y la desigualdad. La pandemia de COVID-19 también ha tenido un impacto negativo en la seguridad alimentaria, al interrumpir las cadenas de suministro y aumentar la pobreza.
El informe de la ONU advierte que si no se toman medidas para abordar la inseguridad alimentaria, cerca de 600 millones de personas podrían seguir padeciendo hambre en 2030. Esto representa un aumento de 119 millones de personas en comparación con lo que se habría esperado sin la pandemia de COVID-19 y la guerra en Ucrania.
Hay una serie de cosas que se pueden hacer para abordar el hambre, incluyendo:
- Invertir en la agricultura y el desarrollo rural
- Mejorar el acceso a agua y saneamiento
- Fortalecer la protección social
- Reducir la desigualdad
- Resolver los conflictos
- Adaptarse al cambio climático
Es importante actuar ahora para abordar el hambre, ya que es un problema que solo empeorará si no se toman medidas.