HONG KONG.— Hong Kong quedó prácticamente paralizado el martes ante la llegada del súper tifón Ragasa, el ciclón tropical más potente del mundo en 2025, mientras las autoridades instaban a la población a permanecer en sus hogares y la mayoría de los vuelos de pasajeros quedaban suspendidos hasta el jueves.
La población se volcó a los supermercados, dejando los estantes vacíos en medio de compras de pánico, mientras los residentes acumulaban provisiones ante el temor de que los comercios permanecieran cerrados durante dos días.
Ventanas de viviendas y negocios fueron reforzadas con cintas adhesivas, con la esperanza de reducir el impacto de posibles vidrios destrozados. Ragasa, con vientos huracanados de hasta 220 km/h (137 mph), representa una “grave amenaza para la costa de Guangdong”, advirtió el Observatorio de Hong Kong, en referencia a la provincia china vecina al centro financiero.
El tifón mantendrá su intensidad de súper tifón mientras se acerca a Guangdong, impactando también a Hong Kong, China continental y Taiwán, tras atravesar el norte de Filipinas el lunes. Se prevé que toque tierra en Guangdong entre el mediodía y la noche del miércoles.
Las autoridades de Guangdong evacuaron a más de 370.000 personas, informó el martes la agencia oficial Xinhua.
Hong Kong activó la señal de tifón 8, la tercera más alta, a las 14:20 horas (06:20 GMT), lo que obliga a la mayoría de negocios y servicios de transporte a suspender actividades. Más de 700 vuelos fueron cancelados o retrasados, incluidos los de la vecina Macao y Taiwán.
El clima se deteriorará rápidamente en el transcurso del martes, y el observatorio anunció que evaluará si emite una alerta aún más alta entre la noche y la mañana del miércoles. Para el miércoles se esperan en Hong Kong vientos con fuerza de huracán en zonas costeras y de altura, además de lluvias torrenciales que podrían provocar tormentas severas y marejadas en la ciudad densamente poblada.
El organismo advirtió que los niveles del mar podrían subir hasta dos metros en áreas costeras de Hong Kong, con picos de cuatro a cinco metros en ciertos sectores, comparables a los registrados durante los tifones Hato (2017) y Mangkhut (2018), que dejaron daños multimillonarios.
Las autoridades locales distribuyeron sacos de arena para proteger viviendas en zonas bajas, mientras muchos residentes almacenaban víveres. “Cerramos bien puertas y ventanas, y revisamos posibles filtraciones”, contó un vecino de 35 años de apellido Mak, mientras compraba provisiones.
Algunos negocios aprovecharon el teletrabajo forzoso: un bar en la isla de Lantau ofrecía 20% de descuento en todas las bebidas durante la señal T8.
La Bolsa de Valores de Hong Kong permanecerá abierta, tras cambiar su política el año pasado para mantener las operaciones sin importar las condiciones meteorológicas.
En su punto máximo, el lunes, Ragasa registró vientos sostenidos de 260 km/h (162 mph) cerca del ojo, lo que lo convirtió en el tifón categoría 5 más poderoso del mundo en 2025. Aunque perdió algo de intensidad, aún se mantiene como un peligroso tifón categoría 4 capaz de causar estragos en la costa china.
El gobierno chino activó medidas de control de inundaciones en varias provincias del sur, con advertencias de lluvias torrenciales desde la noche del martes. Más de 11 ciudades en Guangdong, entre ellas Shenzhen y Zhuhai, suspendieron el trabajo, el transporte público y las clases debido a las alertas de marejadas y olas altas.
El Centro de Pronósticos Ambientales de China advirtió que las aguas costeras de Guangdong podrían sufrir oleajes de hasta siete metros. En Shenzhen se habilitaron más de 800 refugios de emergencia, mientras cuadrillas municipales cortaban ramas de árboles para evitar bloqueos de calles.
“Solo cortamos los árboles más grandes, donde hay riesgo. Vamos a estar toda la tarde en distintos puntos del distrito”, explicó un trabajador de apellido Zhang.
En Macao, el mayor centro de apuestas del mundo, los residentes también se preparaban para un fuerte impacto. Todos los casinos deberán cerrar a las 17:00 horas (09:00 GMT), cuando la excolonia portuguesa eleve su señal de tifón a 8.
En Taiwán, las lluvias alcanzaron casi 60 cm (24 pulgadas) en el este montañoso y se reportaron 25 personas heridas, mientras las interrupciones en el transporte continuaban por segundo día consecutivo con 273 vuelos cancelados.

