TEHERÁN.— Las protestas en el país persa llegaron a la industria más importante del país, el petróleo. Un grupo de trabajadores de un relevante complejo de refinería vitales para el enorme yacimiento de Gas Natural en alta mar de Irán protestaron este lunes por la muerte Mahsa Amini.
Esta es la primera vez que los disturbios amenazan directamente las arcas del Gobierno. Asimismo, las protestas por la muerte de la joven mujer de 22 años parecen estar muy lejos de terminar.
Este lunes continuaron las sentadas de estudiantes y huelgas en fábricas en varias regiones del país, pese a la sangrienta represión de las manifestaciones desatadas a raíz de la muerte de la joven Amini que ocurrió hace casi cuatro semanas.
Irán se ha visto sacudido por protestas desde el fallecimiento el 16 de septiembre de Amini, de 22 años, tres días después de su detención por la policía moral en Teherán por, supuestamente, no respetar el estricto código de vestimenta que incluye el uso obligatorio de velo para las mujeres.
La ONG Iran Human Rights (IHR) con sede en Oslo ya ha contabilizado 95 muertos durante la represión de las manifestaciones. El último balance oficial habla además de 18 miembros de las fuerzas de seguridad muertos.
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Video shows #Iran‘s state security forces shooting indiscriminately and directly at protesters near Tehran’s Sharif University on Oct. 8. #IranProtests #MahsaAmini #مهسا_امینی #سنندج pic.twitter.com/qiFBjZmwtJ
— IranHumanRights.org (@ICHRI) October 10, 2022
Según imágenes difundidas por IHR, se celebraron sentadas estudiantiles en la Universidad de Gilan y la Escuela de Chicas de Mahabad, ambas en el norte del país, en la última de las cuales las estudiantes se quitaron el velo en señal de protesta.
El domingo, estudiantes de la universidad de Azad, también en la capital, mostraban sus manos teñidas de rojo para denunciar la represión, según un vídeo publicado en Twitter y verificado por la agencia AFP.
Mientras tanto, el gobierno iraní dijo que planea demandar a la empresa tecnológica estadounidense Meta por «incitación» a las protestas antigubernamentales en el país.
«Las redes sociales Instagram y WhatsApp estuvieron implicadas en la difusión de material incendiario y en poner en peligro nuestra seguridad nacional como parte de las operaciones de conspiración de nuestros enemigos», dijo el lunes el viceministro del Interior, Majid Mirahmadi, según la agencia de noticias Mehr.
Irán alega que las protestas masivas por la muerte de Mahsa Amini responden a una «conspiración extranjera» dirigida por Estados Unidos.