TEHERÁN.— La Guardia Revolucionaria de Irán ha reforzado su control sobre la industria petrolera del país, llegando a manejar hasta la mitad de las exportaciones que generan la mayor parte de los ingresos de Teherán y financian a sus aliados en Oriente Medio, según funcionarios occidentales, fuentes de seguridad e informantes iraníes.
Todos los aspectos del negocio petrolero han caído bajo la creciente influencia de la Guardia, desde la flota secreta de petroleros que transportan crudo sancionado de manera clandestina hasta la logística y las empresas fachada que venden el petróleo, principalmente a China, de acuerdo con más de una docena de personas entrevistadas por Reuters.
El alcance del control del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica (IRGC, por sus siglas en inglés) sobre las exportaciones de petróleo no se había informado anteriormente.
A pesar de las duras sanciones occidentales destinadas a asfixiar la industria energética de Irán, reimpuestas por el expresidente estadounidense Donald Trump en 2018, Irán genera más de 50.000 millones de dólares al año en ingresos petroleros, su mayor fuente de divisas y principal conexión con la economía global.
Seis especialistas —funcionarios occidentales, expertos en seguridad y fuentes iraníes y comerciales— afirmaron que la Guardia controla hasta el 50% de las exportaciones de petróleo de Irán, un fuerte aumento respecto al 20% de hace tres años. Las fuentes, que declinaron ser identificadas debido a la sensibilidad del tema, basaron sus estimaciones en documentos de inteligencia sobre envíos iraníes, monitoreos de la actividad de los petroleros y empresas vinculadas al IRGC. Reuters no pudo determinar el alcance exacto del control del IRGC.
El creciente dominio del IRGC sobre la industria petrolera amplía su influencia en toda la economía iraní y dificulta que las sanciones occidentales surtan efecto, dado que los Guardias ya están designados como organización terrorista por Washington.
El regreso de Trump a la Casa Blanca en enero podría significar una aplicación más estricta de las sanciones a la industria petrolera de Irán. El ministro de Petróleo de Irán declaró que Teherán está tomando medidas para enfrentar cualquier restricción, sin dar detalles.
Como parte de su expansión en la industria, los Guardias han invadido el territorio de instituciones estatales como la Compañía Nacional Iraní de Petróleo (NIOC) y su subsidiaria comercial NICO, según cuatro fuentes.
Cuando las sanciones afectaron las exportaciones de petróleo de Irán hace años, los responsables de la NIOC y la industria en general estaban especializados en petróleo, no en cómo evadir sanciones, explicó Richard Nephew, exsubsecretario especial para Irán en el Departamento de Estado de EE. UU.
«Los del IRGC eran mucho mejores en el contrabando, aunque terribles en la gestión de campos petroleros, así que comenzaron a tener un mayor control sobre las exportaciones de petróleo», comentó Nephew, actualmente investigador en la Universidad de Columbia.
El IRGC, NIOC, NICO y el Ministerio de Relaciones Exteriores de Irán no respondieron a solicitudes de comentarios.
Apetito por el riesgo
El IRGC es una fuerza política, militar y económica poderosa con estrechos lazos con el Líder Supremo, el ayatolá Ali Khamenei.
Los Guardias ejercen influencia en Oriente Medio a través de su brazo de operaciones en el extranjero, la Fuerza Quds, proporcionando dinero, armas, tecnología y entrenamiento a aliados como Hezbolá en Líbano, Hamás en Gaza, los hutíes en Yemen y milicias en Irak.
Aunque Israel ha matado a varios altos comandantes del IRGC en el último año, los especialistas en petróleo dentro de sus filas han podido continuar sus operaciones, según dos fuentes occidentales y dos iraníes.
El gobierno iraní comenzó a asignar petróleo, en lugar de efectivo, al IRGC y la Fuerza Quds alrededor de 2013, según Nephew.
Bajo presión presupuestaria debido a las sanciones occidentales por su programa nuclear, el IRGC demostró ser hábil en encontrar formas de vender petróleo incluso bajo sanciones, dijo Nephew, quien participó activamente en el seguimiento de las actividades petroleras de Irán.
Los ingresos petroleros de Irán alcanzaron 53.000 millones de dólares en 2023 frente a 54.000 millones en 2022, 37.000 millones en 2021 y 16.000 millones en 2020, según estimaciones de la Administración de Información Energética de EE. UU.
Este año, la producción petrolera de Irán superó los 3,3 millones de barriles por día, la cifra más alta desde 2018, según datos de la OPEP, a pesar de las sanciones occidentales.
China es el mayor comprador de petróleo iraní, con la mayor parte destinada a refinerías independientes. El IRGC ha creado empresas fachada para facilitar el comercio con compradores chinos, según todas las fuentes consultadas.
Los ingresos de las exportaciones de petróleo se dividen aproximadamente a partes iguales entre el IRGC y NICO, según una fuente involucrada en ventas de petróleo iraní a China. El IRGC vende petróleo con un descuento de 1 a 2 dólares por barril en comparación con los precios ofrecidos por NICO, ya que los compradores asumen un mayor riesgo al adquirirlo de los Guardias, dijo la persona.
«Depende del apetito de riesgo del comprador; los que tienen mayor tolerancia optarán por el IRGC, que EE. UU. designa como grupo terrorista».
Dos fuentes occidentales estimaron que el descuento del IRGC era aún mayor, promediando 5 dólares por barril y llegando hasta 8 dólares en algunos casos.
El petróleo es asignado directamente por el gobierno al IRGC y la Fuerza Quds, quienes luego se encargan de comercializar y enviar el petróleo, además de organizar un mecanismo para distribuir los ingresos, según las fuentes y documentos de inteligencia revisados por Reuters.