TEL AVIV.- El ejército israelí mantuvo su presión sobre la Ciudad de Gaza con intensos bombardeos durante la noche, según informaron residentes, en vísperas de una reunión el jueves entre el primer ministro Benjamin Netanyahu y sus ministros sobre los planes para tomar la ciudad más grande del enclave.
Un día antes, las fuerzas armadas convocaron a 60.000 reservistas, en una señal de que el gobierno avanza con la operación a pesar de la condena internacional. Un oficial militar indicó, sin embargo, que la mayoría de los reservistas no participarán en combate y que la estrategia para tomar la Ciudad de Gaza aún no estaba finalizada.
La movilización de decenas de miles de efectivos podría llevar semanas, lo que abre una ventana para que mediadores intenten cerrar un acuerdo en torno a la nueva propuesta de tregua temporal que Hamás ya aceptó, pero a la que Israel aún no ha respondido oficialmente.
La propuesta contempla un alto el fuego de 60 días y la liberación de 10 rehenes vivos y 18 cuerpos retenidos en Gaza por militantes de Hamás. A cambio, Israel liberaría a unos 200 prisioneros palestinos con largas condenas.
El gobierno israelí ha reiterado que todos los 50 rehenes restantes en manos de los militantes deben ser liberados de manera inmediata. Funcionarios creen que alrededor de 20 de ellos siguen con vida.
Según Haaretz y otros medios israelíes, Netanyahu tiene previsto reunirse el jueves con algunos ministros del gabinete para discutir su plan de tomar la Ciudad de Gaza, sin brindar mayores detalles.
El plan fue aprobado este mes por el gabinete de seguridad, que Netanyahu preside, a pesar de que varios de los aliados más cercanos de Israel instaron al gobierno a reconsiderarlo. El primer ministro enfrenta presiones de miembros de ultraderecha de su coalición para rechazar cualquier tregua temporal y, en cambio, continuar la guerra y avanzar hacia la anexión del territorio.
En la Ciudad de Gaza, miles de palestinos abandonaron sus hogares a medida que las fuerzas israelíes intensificaron los bombardeos en los barrios de Sabra y Tuffah. Algunas familias se dirigieron a refugios en la costa, mientras que otras se desplazaron hacia el centro y sur del enclave, según residentes locales.
«Estamos frente a una situación amarga y desesperada: morir en casa o salir y morir en otro lugar. Mientras esta guerra continúe, la supervivencia es incierta», dijo Rabah Abu Elias, de 67 años y padre de siete hijos.
«En las noticias hablan de una posible tregua; en el terreno solo escuchamos explosiones y vemos muertes. Decidir si irse o no de la Ciudad de Gaza no es nada fácil», contó a Reuters por teléfono.
En los últimos diez días, los tanques israelíes se han acercado a la densamente poblada Ciudad de Gaza. Funcionarios israelíes han señalado que se emitirán avisos de evacuación para los palestinos antes de que las tropas ingresen.
El Ministerio de Salud de Gaza informó el jueves que otras dos personas murieron en las últimas 24 horas por hambre y desnutrición, lo que elevó a 271 el número de palestinos fallecidos por esas causas desde el inicio de la guerra, incluidos 112 niños. Israel, por su parte, disputa las cifras sobre desnutrición y hambruna difundidas por la cartera sanitaria gazatí.

