GAZA.— Las fuerzas israelíes se encontraban en medio de un enfrentamiento con combatientes del movimiento terrorista Hamás en la principal ciudad del sur de Gaza el jueves, intensificando su ofensiva en el territorio asediado mientras buscaban al que creían ser uno de los principales líderes del grupo.
Tras superar las defensas de Hamás en la segunda ciudad más grande de Gaza, tropas israelíes, tanques, vehículos blindados y excavadoras ingresaron a Jan Yunis, obligando a civiles ya desplazados a huir nuevamente, según informes de testigos presenciales.
El primer ministro, Benjamín Netanyahu, anunció en un comunicado en video que las fuerzas israelíes se aproximaban a la residencia del líder de Hamás en la Franja de Gaza, Yahya Sinwar, mientras que un portavoz afirmaba que se encontraba «oculto» en la zona de Jan Yunis.
Hamás informó más tarde, a través de Telegram, que sus combatientes estaban librando feroces batallas contra las tropas israelíes «en varios frentes de la incursión en Gaza», al mismo tiempo que afirmaban haber destruido una veintena de vehículos militares en Jan Yunis y Beit Lahia, al norte del territorio.
Previamente, el ejército israelí anunció haber roto las líneas defensivas y llevado a cabo «incursiones selectivas en el centro de la ciudad«, donde descubrieron y neutralizaron 30 túneles.
Las organizaciones humanitarias han advertido sobre las consecuencias devastadoras para los civiles que ya habían huido del norte, ahora gravemente afectado por el conflicto, ya que carecen de un lugar seguro al cual escapar.
«Nos sentimos destrozados, abrumados mentalmente», expresó Amal Mahdi, residente de Khan Yunis. «Necesitamos urgentemente una solución para poder salir de esta situación».
Israel justificó su declaración de guerra contra Hamás tras los ataques del 7 de octubre, en los que, según las autoridades israelíes, murieron 1.200 personas, en su mayoría civiles, y se tomaron alrededor de 240 rehenes.
Según los últimos informes del gobierno de Hamás, este conflicto ha cobrado la vida de más de 16.000 personas en Gaza, principalmente mujeres y niños, marcando un saldo humano devastador en la región.