WASHINGTON.— El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, instó este martes a defender el acceso al aborto, tras la filtración de un documento de la Corte Suprema que indica el fin inminente de este derecho, visto como una libertad básica para decenas de millones de estadounidenses.
Si el máximo tribunal confirmara esta decisión, anularía el fallo en el caso Roe vs Wade de 1973, que consagró el derecho al aborto a nivel nacional. Las leyes sobre la interrupción voluntaria del embarazo quedarían en manos de las legislaturas estatales, y esperaba que la mitad de los estados promulguen prohibiciones o nuevas restricciones.
Para muchas mujeres, el posible final del derecho al aborto en partes de Estados Unidos plantea la posibilidad de verse obligadas a viajar cientos de kilómetros para acceder al procedimiento, o dar a la luz en circunstancias traumáticas.
Los republicanos vienen presionando fuertemente desde hace años para anular Roe vs Wade, algo que parece inevitable después del nombramiento de tres jueces conservadores bajo el mandato de Donald Trump, que hizo virar a la derecha la composición de la Corte suprema.
La publicación del borrador del fallo en el sitio informativo Político el lunes puso la polémica en el centro del debate político. Dado el mayoritario apoyo de los estadounidenses al aborto, podría ayudar a los demócratas en los comicios de medio término, tradicionalmente desfavorables para el partido en el poder.
Biden, que arriesga a perder el estrecho control demócrata del Congreso, advirtió que restringir el aborto amenazaría “toda una gama de derechos”.
“Creo que el derecho de una mujer a elegir es fundamental (…) y la equidad básica y la estabilidad de nuestra ley exigen que no se revoque”, dijo en un comunicado.
“Recaerá en los votantes elegir” a los funcionarios que respalden el derecho al aborto, afirmó, prometiendo trabajar para aprobar una legislación en el Congreso que codifique Roe vs Wade.
En declaraciones a la prensa, el presidente fue más lejos y calificó el borrador de Alito como “radical” y alertó sobre un “cambio crucial en la jurisprudencia estadounidense” que podría cuestionar el futuro del matrimonio homosexual y hasta “cómo se debería criar un hijo”.
La filtración del borrador, sin precedentes, afecta la reputación de la Corte Suprema como la única rama apolítica del gobierno estadounidense. La autenticidad del documento fue confirmada por el presidente de la Corte, John Roberts, quien advirtió que “no representa necesariamente la decisión final”.
Roberts ordenó una investigación sobre la filtración, que calificó de “traición”.