TOKIO.— La economía japonesa se contrajo casi un 2% en los tres meses hasta septiembre, debido a una caída de las exportaciones ante los aranceles de Estados Unidos, lo que marcó la primera contracción en seis trimestres, según datos oficiales publicados este lunes.
Los envíos de las automotrices se desplomaron en particular, tras un período de aumento de exportaciones previo a la entrada en vigor de los aranceles.
Aun así, como la contracción general fue menos profunda de lo previsto, los economistas consideran que se trata de un revés temporal y no del inicio de una recesión. “La contracción se debe en gran medida a factores puntuales, como la inversión en vivienda afectada por cambios regulatorios”, explicó Kazutaka Maeda, del Meiji Yasuda Research Institute.
“Las exportaciones también reaccionaron”, añadió. “En general, la economía carece de un impulso sólido, pero la tendencia sigue apuntando a una recuperación gradual en los próximos uno o dos años”.
En líneas generales, los economistas creen que estas cifras del PBI tendrán un impacto marginal en el Banco de Japón cuando evalúe una suba de tasas, frente a factores más determinantes como la inflación. Sin embargo, un economista cercano a la primera ministra, Sanae Takaichi, dio más relevancia a los datos.
Ante la contracción, sería “equivocado que el Banco de Japón decidiera subir las tasas en diciembre”, advirtió Takuji Aida, economista jefe de Credit Agricole para Japón e integrante del panel económico clave de Takaichi, en un informe a clientes.
El producto interno bruto cayó 1,8% en julio-septiembre, frente al crecimiento revisado de 2,3% del trimestre anterior y la caída del 2,5% que preveía en promedio un sondeo de Reuters. En términos trimestrales, la contracción fue del 0,4%, mejor que la estimación de 0,6%.
Las exportaciones fueron el principal lastre a medida que el impacto de los aranceles estadounidenses se intensificó. Las automotrices vieron desplomarse los volúmenes de envío, revirtiendo la estrategia de anticipar exportaciones antes de las subas arancelarias. En la mayoría de los casos absorbieron el golpe reduciendo precios.
La demanda externa neta —exportaciones menos importaciones— restó 0,2 puntos porcentuales al crecimiento, frente a un aporte positivo de 0,2 puntos en abril-junio.
Estados Unidos y Japón formalizaron en septiembre un acuerdo que estableció un arancel base del 15% sobre casi todas las importaciones japonesas, frente al 27,5% inicial para autos y 25% para la mayoría de los demás bienes.
La inversión en vivienda también pesó sobre el crecimiento, ya que regulaciones más estrictas sobre eficiencia energética introducidas en abril ralentizaron nuevos compromisos.
El consumo privado, que representa más de la mitad de la producción económica, creció 0,1%, en línea con lo esperado por el mercado. Fue un enfriamiento respecto del 0,4% del segundo trimestre, reflejando que los altos costos de los alimentos moderaron el gasto de los hogares.
La inversión de capital, otro motor clave de la demanda privada, subió 1,0% en el trimestre, muy por encima del 0,3% estimado por el mercado.
“El consumo privado creció por sexto trimestre consecutivo y la inversión de capital aumentó por cuarto trimestre al hilo”, señaló el ministro de Revitalización Económica, Minoru Kiuchi. “Esto refuerza nuestra perspectiva de que la economía sigue en una senda de recuperación moderada”, añadió.
Las estimaciones del sector privado proyectan una recuperación en octubre-diciembre. Una encuesta del Japan Center for Economic Research entre 37 economistas anticipa una expansión del 0,6%.
Los débiles datos del PBI llegan mientras el gobierno de Takaichi prepara un paquete de estímulo para ayudar a los hogares a enfrentar el aumento del costo de vida.
Asesores de la primera ministra han citado una probable fuerte caída del PBI como argumento para medidas de estímulo más agresivas.
La ministra de Finanzas, Satsuki Katayama, dijo el domingo que el paquete económico superará los 17 billones de yenes (US$ 110.000 millones), según medios locales.
“Desde finales de este invierno y hasta la primavera habrá medidas que mejoren las condiciones reales de ingreso de los hogares”, señaló Uichiro Nozaki, economista de Nomura Securities.
“Por lo tanto, para apuntalar el consumo en la primera mitad del próximo año, esto es un factor positivo”.

