JERUSALÉN.- Sara, la esposa del primer ministro israelí, se encuentra en proceso judicial por acusaciones de haber utilizado fraudulentamente fondos estatales para pagar caterings de comidas por un valor de 100.000 dólares.
El juicio contra Sara Netanyahu, que comenzó el domingo, es el último capítulo de una saga de escrutinios contra la familia del primer ministro. Él mismo se enfrenta a investigaciones por casos de corrupción, lo que lleva a especulaciones sobre si eventualmente se verá obligado a renunciar.
Sara fue acusada de fraude y abuso de confianza en junio. Los fiscales le acatan mal uso de los fondos públicos para pagar por comidas valuadas en 100.000 dólares. De 2010 a 2013, ella, su familia y sus invitados recibieron «fraudulentamente del estado cientos de comidas preparadas», según la acusación. De acuerdo con la hoja de cargos, las comidas se ordenaron de una variedad de empresas conocidas de Jerusalén, incluido un restaurante italiano, una parrilla de Oriente Medio y un establecimiento de sushi.
El juicio, que podría durar meses, será supervisado por un panel de tres jueces debido a la «sensibilidad pública» del caso. Originalmente estaba programado para comenzar en julio, pero se pospuso por razones que no se hicieron públicas.
Sara Netanyahu, de 59 años, ha negado cualquier delito. Anteriormente, ha sido acusada de embolsar dinero en efectivo de las devoluciones de botellas vacías desde la residencia oficial. También se ha enfrentado a acusaciones de maltrato al personal, y en 2016 un tribunal otorgó unos 47.000 dólares por daños a una exama de casa que acusó a la pareja de abusos repetidos en el lugar de trabajo. Todas las denuncias han sido cubiertas de cerca en los medios israelíes. Los Netanyahu devolvieron el golpe, calificándolos de intentos de desprestigio sumamente injustos.