REIKIAVIK.- Por primera vez en el mundo, Islandia, región que se caracteriza por sus adelantos respecto a políticas de género, aprobó una ley que garantiza la igualdad salarial.
Hasta enero del año que corre, y a pesar de que conste una ley desde 1961, las mujeres islandesas ganaban entre un 14% y un 20% menos que los hombres. A partir del mes pasado, y gracias a los reclamos de varios movimientos sociales, se pedirá a las empresas que certifiquen a sus empleados en un sistema para controlar que la ley se esté cumpliendo y se sancionará con multas diarias por un valor de 350 euros a cualquier organismo, público o privado con más de 25 trabajadores, que no cumpla lo dispuesto.
Las instituciones tendrán cuatro años para registrar a la totalidad de empleados que ya ejercen tareas: las grandes empresas y organismos, como los ministerios del gobierno y el hospital, que cuenten con mas de 250 empleados tienen hasta el fin de año para certificarse y quienes empleen entre 25 a 90 personas podrán hacerlo hasta el 2021.
Dicho proyecto fue diseñado en 2012 y modificado por sindicatos y empleadores, aunque desde algunos sectores que participaron en la creación de modelo aseguran que originalmente no fue diseñado para convertirse en ley como dispuso el gobierno, sino para que las empresas opten por aplicarlo o no.
Los hechos demuestran que la nueva norma cumplirá sus expectativas: años atrás, la mayor empresa de energía islandesa, Reykjavik Energy, debió hacer un ajuste financiero y despidió una tercera parte de los empleados. Las autoridades decidieron aprovechar la reestructuración para hacer su sistema más justo y los resultados fueron sorprendentes. La cantidad de mujeres en puestos de gestión aumentó del 29% al 49%, la brecha salarial se redujo de 8.4% a 2.1% y en la actualidad logró estar 0.2% a favor de las mujeres.
«Ha sido ilegal durante décadas, por trabajos que valen lo mismo, pagarle a las personas de manera diferente por cuestiones de género, pero aún sucede, simplemente se lo permite», explicó Fríða Rós Valdimarsdóttir, presidente de la Asociación de Derechos de las Mujeres de Islandia, quien significó un principal respaldo para la aprobación de dicha ley.
La asesora de igualdad en la confederación sindical islandesa ASI, Maríanna Traustadóttir, dijo al respecto que: «esto no eliminará la brecha salarial de género de la noche a la mañana pero es la mejor caja de herramientas que he visto, y marcará una gran diferencia. Obligará a los empleadores a pensar de manera diferente «.