TRÍPOLI.- Naciones Unidas evacuó a 350 refugiados más de un centro de detención en el sur de Trípoli, en medio de una escalada de violencia cerca de la capital libia.
El Ejército Nacional de Libia (LNA), liderado por el comandante militar renegado Khalifa Haftar, que es aliado de un gobierno rival en el este de Libia, lanzó una ofensiva en Trípoli a principios de este mes, pero hasta ahora no ha logrado romper las defensas del sur de la ciudad.
Se pudo ver al grupo de refugiados viajando el jueves en autobuses a un centro de detención en Zawiya, una ciudad a 40 km al oeste de la capital, lo que lleva el total de los evacuados desde el miércoles a alrededor de 675.
Los refugiados procedían de una instalación en el distrito de Qasr bin Ghashir, administrado por el gobierno reconocido por la ONU en Trípoli, un área que se ha convertido en el principal centro de los combates en curso.
La medida fue provocada por informes del martes sobre el uso de la violencia armada contra los detenidos que protestaban por las condiciones en que se encontraban recluidos, declaró ACNUR en un comunicado el miércoles. Al menos 12 refugiados requirieron tratamiento hospitalario después de ser atacados, informó la agencia de la ONU.
Unos 3.000 refugiados y migrantes están atrapados en centros de detención en Trípoli, según la ONU, mientras sigue existiendo el riesgo de que se «deteriore la situación de seguridad» en la capital. Muchos de los detenidos huyeron de la guerra y la persecución en sus países de origen.
Mientras tanto, las fuerzas leales al gobierno en Trípoli lograron hacer retroceder al LNA en algunas líneas del frente sur, aunque el LNA todavía estaba luchando en el sur de Trípoli. Las fuerzas de Trípoli han ganado terreno en algunas partes de Ain Zara.
El LNA todavía tiene la base de Gharyan, una ciudad a 80 km al sur de Trípoli, que es difícil de tomar para el gobierno internacionalmente reconocido debido a su terreno montañoso.
Los hospitales están luchando contra una escasez crónica de suministros médicos, en medio de cortes de energía y estaciones de bombeo de agua debilitadas, dijo la agencia de ayuda en un comunicado, luego de tres semanas de enfrentamientos. «Es crucial que los hospitales, las instalaciones médicas, el personal de salud y los vehículos que transportan a los heridos puedan llevar a cabo sus actividades de manera segura», sostuvo el Comité Internacional de la Cruz Roja en un comunicado.
La Organización Mundial de la Salud informó en Twitter que 278 personas murieron en las últimas tres semanas, mientras que otras 1.332 resultaron heridas.