NUEVA YORK.- El jefe de ayuda de la ONU ha pedido a Rusia que explique cómo usa los datos sobre la ubicación de los hospitales y clínicas sirios, luego de una serie de ataques en instalaciones de salud.
Mark Lowcock, el subsecretario general de asuntos humanitarios, dijo al Consejo de Seguridad que no estaba «seguro» de que se protegieran los hospitales que comparten las coordenadas de su ubicación bajo un sistema de tratamiento de conflictos de la ONU.
Más de 23 hospitales han sido atacados desde que las fuerzas sirias, respaldadas por Rusia, lanzaron una ofensiva en la región de Idlib, controlada por los opositores, a fines de abril, según la ONU. El 20 de junio, una ambulancia que transportaba a una mujer herida en el sur de Idlib fue golpeada, matando a la mujer y tres trabajadores médicos.
«He escrito a la Federación Rusa para solicitar información sobre cómo se usan los detalles provistos a través del mecanismo de conflicto», anunció Lowcock al consejo.
Moscú, que respalda a las fuerzas sirias en su ofensiva en el noroeste, ha negado firmemente que la campaña de bombardeos haya atacado hospitales en la región de Idlib.
Rusia sostiene que la operación militar tiene como objetivo expulsar a los «terroristas» de la región, que está cubierta por un acuerdo de desescalada alcanzado el año pasado entre Rusia, Irán y Turquía.
Hay’et Tahrir al-Sham (HTS), exafiliado de al-Qaeda de Siria que está en la lista de terroristas de la ONU, controla la mayor parte de la provincia de Idlib, así como partes de las provincias vecinas de Alepo, Hama y Latakia.
La guerra en Siria, ahora en su noveno año, ha matado a cientos de miles de personas y desplazado a millones desde que comenzó con la represión de las protestas contra el gobierno, en marzo de 2011.