JARTUM.- Los grupos de oposición más importantes de Sudán llamaron a una nueva ola de manifestaciones para exigir que el presidente Omar al-Bashir renuncie, luego de su último intento por contener el descontento popular prometiendo aumentos salariales y apelando al patriotismo.
En una declaración conjunta realizada el jueves, cuatro grupos contrarios al oficialismo solicitaron protestas en todo el país el viernes y una marcha en el palacio presidencial del Nilo el domingo. También pidieron una marcha en el Parlamento en la ciudad de Omdurman para presentar una petición que exija que el general de 74 años convertido en presidente dimita.
Es probable que las demandas aumenten la presión sobre al-Bashir para encontrar una salida a la crisis. Sudán ha visto dos semanas de violentas protestas callejeras, con docenas de muertos.
Durante las protestas antigubernamentales del jueves en Puerto Sudán, las fuerzas de seguridad sudanesas lanzaron gases lacrimógenos a los manifestantes que intentaban enviar una petición antigubernamental a la sede local del gobernante Congreso Nacional, dijo un testigo a la agencia de noticias Reuters. Más de 200 personas participaron en la manifestación, que se disolvió antes de que los asistentes llegaran al edificio.
Las protestas fueron provocadas inicialmente por fuertes alzas de precios, una escasez de combustible y una crisis de liquidez que obligó a las autoridades a imponer un límite a los retiros bancarios y generó largas filas en los cajeros automáticos.
Las autoridades han declarado leyes de emergencia y un toque de queda nocturno en algunas ciudades. Las clases se suspendieron en escuelas y universidades en gran parte de Sudán, un país de 43 millones de habitantes.
El jueves, el presidente, que tomó el país en un golpe de estado en 1989, promocionó mejoras a la infraestructura de Sudán. Dijo que las sanciones internacionales contra la nación, que está en la lista estadounidense de países que patrocinan el terrorismo, han inhibido el progreso económico. «Estamos sometidos tanto a la guerra como a las sanciones, pero Sudán se ha mantenido firme», sostuvo en un discurso ante representantes de sindicatos progubernamentales en Jartum.
También prometió aumentos de salarios a partir de este mes, una revisión del sistema de salud y mejoras en los beneficios para los jubilados, sin dar más detalles. «El pueblo sudanés merece más que esto. Merecen llevar una vida digna», aseguró. «Podríamos haber tomado el camino corto y fácil y haber vendido nuestra independencia, dignidad a cambio de algunos dólares, pero, juntos, saldremos más fuertes de esta crisis».
