PEKÍN- El martes pasado China lanzó una sonda a la Luna para recoger muestras de rocas lunares y traerlas a la Tierra. Hoy se prepara para descender sobre la superficie lunar.
La hazaña se convirtió en la primera operación de este tipo desde la que realizó la Unión Soviética en 1976.
Esta ambiciosa operación permitirá igualmente al gigante asiático probar nuevas tecnologías, cruciales para enviar astronautas, como prevé, al astro lunar para 2030.
La combinación del módulo de aterrizaje y ascenso de la nave espacial se separó de la combinación orbitador-retorno a las 04:40 del lunes, según la Administración del Espacio de China, y se mantiene a la espera del momento perfecto para realizar un alunizaje suave.
La operación del descenso podría realizar dentro de tres días según indica el CGTN.
El alunizaje está programado en la zona noreste de Oceanus Procellarum, también conocido como Océano de las Tormentas, el mayor de los mares lunares que se encuentra en la cara visible del satélite natural de la Tierra.
La sonda pesa 8,2 toneladas, incluye un orbitador, un aterrizado, un módulo de ascenso y una cápsula de regreso que, según las previsiones, traerá unos dos kilogramos de rocas lunares a la Tierra.
Mientras se recolectan las muertas, el orbitador se mantendrá a unos 200 kilómetros sobre la superficie lunar, esperando el encuentro y acoplamiento con el módulo de ascenso.
Si la misión tiene éxito, será la primera vez en 44 años que una sonda trae rocas de la Luna. Hasta la fecha solo Estados Unidos y Rusia lo han conseguido.