CIENCIA.- Científicos de todo el mundo han constatado que la Tierra últimamente ha estado girando más rápido de lo habitual y es por esto que en 2020 algunos días fueron más cortos de lo normal.
Durante la historia de la humanidad, en su mayor parte, el tiempo ha estado marcado por un ciclo de 24 horas, de día y de noche, con algunas alteraciones causadas, por ejemplo, por el cambio de las estaciones.
El ciclo depende de la velocidad con la cual el planeta gira sobre su propio eje. Debido a eso, la duración de un día se ha estandarizado y asciende a aproximadamente a 86.400 segundos. El ciclo/noche es bastante estable, a pesar de que en realidad varía, ligeramente sobre una base regular.
Hace varias décadas, el desarrollo de relojes atómicos les permitió a los especialistas registrar el paso del tiempo en incrementos muy pequeños lo que, a su vez, hizo posible mediar la duración de un día determinando hasta los milisegundos.
Eso llevó al descubrimiento de que el giro del planeta es en realidad mucho más variable de lo que se pensaba.
Desde que se realizaron estas mediciones, los científicos descubrieron que la Tierra estaba ralentizando de manera gradual su giro. Pero en el año 2020 todo cambió y empezó a girar más rápido.
La investigación evidenció que el 19 de julio de 2020 se registró el día más corto de la historia: fue de 12602 milisegundos más corto que el estándar.
Los científicos no están preocupados por este hallazgo, ya que han constatado que hay muchos factores que influyen en el giro planetario, incluida la órbita de la Luna, los niveles de nieve y la erosión de las montañas.
Incluso, los expuso han empezado a preguntarse si el calentamiento global podría empujar a la Tierra a girar más rápido a medida que las capas de nieve y los glaciares a gran altitud comienzan a desaparecer.