BUENOS AIRES.— En un artículo publicado en el diario argentino La Nación, el periodista y abogado Hugo Alconada Mon —reconocido por su labor en investigaciones sobre corrupción y galardonado con premios como el Moors Cabot y el Konex de Platino— revela aspectos inéditos del denominado Cryptogate en Argentina. Esta estafa piramidal desató una investigación del Departamento de Justicia de los Estados Unidos y terminó salpicando la imagen de Javier Milei a nivel internacional.
En su editorial, Alconada Mon asegura que el creador del token $LIBRA, Hayden Davis, que desató el escándalo, estuvo en varias ciudades del territorio argentino, donde se reunió con empresarios, abogados y lobbistas, mientras que alardeaba de sus contactos con el círculo presidencial.
Lo declamó una y otra vez. El “empresario” estadounidense detrás del lanzamiento y colapso del “memecoin” $LIBRA quería desarrollar un “proyecto de blockchain” o, incluso, un “banco de criptomonedas en la Argentina en asociación con el presidente Javier Milei”, según coincidieron cuatro de sus interlocutores que accedieron a dialogar por separado con Alconada Mon bajo reserva de sus nombres.
Davis esbozó esos y otros planes en varias de las reuniones que mantuvo con empresarios, abogados y lobistas en la ciudad de Buenos Aires y las provincias de Neuquén, Tierra del Fuego y Salta a mediados de noviembre, antes de ingresar a la Casa Rosada con autorización de Karina Milei, el 21 de noviembre y celebrar en el hotel Four Seasons, esa misma noche, que el jefe de Estado le había firmado “todo”, como ya reveló LA NACION días atrás.
El CEO de la firma Kelsier Ventures había arribado a la Argentina ocho días antes. El miércoles 13 de noviembre se instaló en el hotel Casa Lucía, sobre la calle Arroyo, junto a una pequeña comitiva: el empresario Glenn Brooks Heard, al que presentaba como su tío, el egipcio nacionalizado estadounidense Ahmed Faisal Hassan, y el español Arturo Osete Herraiz, asistente y traductor de Davis.
Ese mismo día mantuvieron las reuniones con empresarios locales, gracias a las gestiones de dos hermanos argentinos: el ingeniero Leandro Aranda y su hermano Marcelo, licenciado en relaciones laborales.
Los primeros encuentros
En esas primeras reuniones, Heard deslizó sus vínculos con Donald Trump y su interés por eventuales inversiones en petróleo y gasoil en la Argentina, mientras que Davis aludió a una reunión que tendrían con Milei en los próximos días.
Ambos dijeron la verdad: el holding de Heard, llamado Heard Global Mena, participó en algunos proyectos de la Trump Corporation, y tanto como Heard como Davis ingresarían a la Casa Rosada, el 21 de noviembre, según consta en los registros de ingresos a la Casa de Gobierno. Entraron junto a Mauricio Novelli, uno de los organizadores del evento Tech Forum acusados de exigir dinero para destrabar encuentros con Milei.
La presencia del “tío” de Davis en Buenos Aires no pasó desapercibida. El portal Letra P detalló que Heard se había reunido con “empresarios argentinos de primera línea” y que, “en una charla muy amena, les dijo que los extranjeros estarían dispuestos a invertir en Argentina cuando vean que, primero, lo hacen los locales”.
Minado de criptomonedas
El jueves 14, Davis, Heard y el resto del equipo partieron del aeropuerto de San Fernando con destino al yacimiento petrolífero Vaca Muerta, en la provincia de Neuquén. Volaron en un Hawker 800XP, matrícula LV-BBG, propiedad de una empresa privada, según reveló Infobae. Les costó 400.000 dólares, según indicaron desde el entorno de Davis al diario La Nación.
En Neuquén aprovecharon los contactos de Leandro Aranda, con pasado en Central Puerto y las constructoras Boetto y Buttigliengo SA y Contreras Hermanos, y que luego encaró un proyecto en el sector financiero con su hermano dos años menor, Marcelo, con base en Asunción del Paraguay.
Como en Buenos Aires, la comitiva mostró en territorio neuquino dos agendas temáticas. Por un lado, Heard mostró interés por oportunidades de negocios en el sector petrolero; por el otro, Davis indagó sobre proyectos que pudieran combinar el sector energético con el minado de criptomonedas.
Pasaron solo horas en Neuquén, sin embargo, antes de emprender vuelo esa misma tarde del 14 a su siguiente destino, Tierra del Fuego. Descansaron y mantuvieron un par de reuniones, al parecer con funcionarios provinciales, siempre con una agenda dual: petróleo y criptos.
“Davis vino a la Argentina con un proyecto de blockchain muy amplio, muy ambicioso”, relató un allegado al CEO de Kelsier Ventures a LA NACIÓN. “Ustedes solo se quedan con lo de $LIBRA [por el fallido ‘memecoin’ que lanzó con apoyo de Milei, el 14 de febrero], pero Davis tenía muchas ideas y proyectos como incorporar la enseñanza del mundo cripto a la currícula de las universidades argentinas”.
Sin pagar la cuenta
El 16, sábado, la comitiva aterrizó en Salta, donde repitieron la dinámica, pero ampliaron el foco de interés a la minería y, en particular, al litio. Y una de las reuniones fue con Alberto Castillo, titular de Remsa SA (Recursos Energéticos y Mineros de Salta SA), una sociedad anónima con participación estatal mayoritaria.
“Sí, me pidieron una reunión, como tantos otros empresarios interesados en invertir, y nos encontramos al mediodía en el Sheraton, en un salón que habían reservado”, confirmó Castillo a LA NACIÓN. “Preguntaron sobre proyectos de energía solar, cobre, litio, y me dieron la sensación de ser profesionales, aunque nunca más se comunicaron”.
Heard llevó la iniciativa durante la reunión, acompañado por Hassan, uno de sus lugartenientes, y por Osete Herraiz, que sirvió de traductor. “No estaban interesados en proyectos que tuvieran que comenzar de cero, sino que ya estuvieran avanzados, ya pasada la fase de exploración”, detalló Castillo, que aclaró que Davis no participó de la reunión.
El joven, por entonces de 27 años, sí participó del almuerzo posterior con su “tío” Heard, Hassan, Osete Herraiz, los hermanos Aranda y el exsecretario de Planificación del Ministerio de Gobierno salteño y exconcejal en la capital provincial, Jorge López Mirau.
Davis mostró, sin embargo, poco interés por participar en el almuerzo laboral y en un momento se puso a hablar por su teléfono móvil, mientras que Heard, López Mirau y un abogado salteño dialogaron sobre la minería en Salta, sobre proyectos en Litio y petróleo, y sobre criptomonedas. Buscaban potenciales “partnerships”.
Vestido con un traje verde y llamativo, Davis no amagó a pagar el almuerzo, que tampoco abonó Heard, ni los Aranda, a pesar de haber sido quienes solicitaron el encuentro laboral, en el mediodía de un sábado salteño. Lo solventaron los locales.
La siguiente escala del periplo fue Paraguay. Volaron el domingo 17 a Asunción, donde los Aranda montaron un proyecto en 2022, pero no hay datos sobre lo que Davis, Heard y el resto de la comitiva hicieron allí o si mantuvieron reuniones con funcionarios o expertos locales.
Regreso y festejo
De regreso en Buenos Aires, un par de días después, la comitiva se hospedó en el Four Seasons, y Davis le dio forma a un borrador de “acuerdo de asociación” en la que figuró como “socio” junto a los organizadores del evento Tech Forum, Mauricio Novelli y Manuel Terrones, y un tercer y decisivo eslabón, según reconstruyó LA NACIÓN.
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Se trata de Sergio Morales, quien se presentó en al menos un evento de 2024 como “Coordinador de Asesoramiento Técnico de la Presidencia de la Nación” y asumió luego como asesor de la Comisión Nacional de Valores (CNV) en las áreas de blockchain y criptomonedas.
El “acuerdo” fue fechado 20 de noviembre, según consta en la copia que obtuvo el medio argentino que ejecutó la investigación. Un día después, Novelli, Davis y Glenn Heard ingresaron a las 14.30 a la Casa Rosada, autorizados por la secretaria general de la Presidencia, Karina Milei. No figuran en el Registro de Audiencias, pero constan en los registros de ingresos que obtuvo LA NACIÓN a través de un pedido de acceso a la información pública.
Según consigna la investigación, LA NACIÓN intentó contactar a Javier y Karina Milei, a Heard y a los hermanos Aranda, pero al cierre de esta edición no respondieron las consultas.
Esa misma noche, Davis y el resto de la comitiva celebró en el Four Seasons. Cuando les preguntaron por qué, la respuesta fue contundente: replicaron que el presidente Milei les había firmado “todo”, según confirmaron al citado diario dos fuentes consultadas por separado.
El documento firmado no aparece. Pero en las semanas que siguieron, Davis se ufanó de su poderío. “Podemos hacer que Milei tuitee, haga reuniones en persona y haga una promoción” les escribió a expertos en finanzas y ejecutivos de inversiones en criptomonedas con los que quería sondear posibles negocios. “Yo controlo a ese nigga”, añadió, usando la expresión que supremacistas blancos usan para referirse a personas afroamericanas o de otros orígenes que están sujetas casi a la servidumbre. “Le envío $$ a su hermana [por Karina] y él firma lo que digo y hace lo que quiero. Una locura”.