Laboristas podrían poner fin al poder conservador

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LONDRES.— Las elecciones legislativas británicas del 4 de julio probablemente pondrán fin a catorce años de gobiernos conservadores, según todas las encuestas, que muestran una ventaja significativa para los laboristas.

El Brexit en 2020, sus consecuencias económicas, la pandemia de COVID-19 y el aumento del costo de vida han afectado al Partido Conservador del primer ministro Rishi Sunak.

Sunak, de 44 años, anunció la fecha de las elecciones el 22 de mayo, poco después de que la oficina de estadísticas informara que la inflación había bajado a casi un 2% interanual, frente al 11% cuando asumió el cargo a finales de 2022.

Sin embargo, estos indicadores no ayudaron mucho. Dos días después, una encuesta situó a los laboristas y a su líder Keir Starmer, de 61 años, con su mayor ventaja desde noviembre de 2022, con 48 puntos frente a 27 de los conservadores. Esta ventaja de unos veinte puntos se ha mantenido en casi todos los sondeos.

Sunak también se ve debilitado por la división del electorado de derecha, ya que muchos votantes tradicionalmente conservadores se inclinan por el ultraderechista Reform UK, liderado por el euroescéptico Neil Farage, que alcanza cerca de un 20% de intenciones de voto en algunos sondeos.

Sunak también fue criticado por preferir participar en un programa de televisión relacionado con su campaña en lugar de asistir a las conmemoraciones del Desembarco de Normandía en 1944, a las que asistieron numerosos líderes de las potencias occidentales. Además, dirigentes del Partido Conservador enfrentaron sospechas de apuestas fraudulentas sobre la fecha de las elecciones poco antes de que Sunak las convocara oficialmente.

Desde 2010, los conservadores han tenido cinco primeros ministros: David Cameron, Theresa May, Boris Johnson, Liz Truss y Rishi Sunak. Los últimos tres se sucedieron en la actual legislatura, en un país aún afectado por las secuelas del Brexit. Sunak sustituyó en octubre de 2022 a Truss, quien renunció tras 49 días en Downing Street debido al pánico que causó en los mercados financieros un proyecto de presupuesto.

Algunas encuestas predicen los mejores resultados históricos para el laborismo, cuyo último primer ministro fue Gordon Brown (2007-2010), y le otorgan la mayoría absoluta de los 650 diputados de la Cámara de los Comunes. Un sondeo incluso sugirió que Sunak podría ser el primer jefe de gobierno en no lograr su escaño en el Parlamento.

Sunak también fracasó en su intento de implementar el plan de enviar a Ruanda a inmigrantes llegados de forma irregular al Reino Unido, un proyecto lanzado por Boris Johnson. Starmer, por su parte, ha llevado al Partido Laborista hacia corrientes centristas, distanciándolo de la línea izquierdista de Jeremy Corbyn, quien lideró la derrota en 2019. Starmer, un exabogado prestigioso, también considera que la inmigración es excesiva y ha prometido luchar contra las bandas de traficantes de personas.

Sunak anunció nuevos recortes de impuestos como medida electoralista, advirtiendo que las tasas subirán si los laboristas llegan al poder. El Partido Laborista, históricamente criticado por su falta de soluciones económicas, busca ganarse al sector empresarial, enfocándose en la prudencia presupuestaria. La inseguridad en las calles también es una preocupación principal de los electores. Sunak ha tratado de demostrar que el tema está controlado, mientras Starmer propone aumentar el número de policías en las calles.