BERLÍN.— Durante una visita de Estado de tres días a Alemania, Emmanuel Macron advirtió desde su llegada que la democracia está en «crisis», afectada por el «ascenso» de los extremos y una «fascinación por el autoritarismo» que se está consolidando en la Unión Europea. También hizo un llamado a participar en las elecciones legislativas del próximo mes en los 27 países del bloque, para «defender la democracia».
Macron y su homólogo alemán, Frank-Walter Steinmeier, junto con sus esposas, colocaron dos coronas con los colores de las banderas francesa y alemana en el memorial del Holocausto y guardaron un minuto de silencio en memoria de los seis millones de judíos asesinados por los nazis.
«Nunca tuvimos tantos enemigos internos y externos (…). Pienso que vivimos, básicamente, una forma de crisis de la democracia», declaró Macron en Berlín, en una conferencia de prensa junto al presidente alemán. «La fuerza de las democracias es el debate permanente sobre todos los asuntos, para tratar de llegar a la mejor decisión que el pueblo elija», aseguró. Sin embargo, actualmente «hay una forma de fascinación por el autoritarismo, que está surgiendo en nuestras propias democracias», añadió.
El presidente advirtió sobre «el ascenso de la ultraderecha» en el continente, aunque «nada se sostiene en el discurso» de esos partidos. Si los partidos de ultraderecha hubiesen estado en el poder en los últimos cinco años, «solo se habrían agravado las difíciles situaciones que vivimos: empobrecimiento, división, apoyo a Rusia, abandono de Ucrania y menos democracia«, enumeró.
Macron se mostró decidido a «participar en el debate» electoral «para desenmascarar las ideas de la Agrupación Nacional», el partido de extrema derecha francés que lidera las encuestas para los comicios del 6 al 9 de junio. Alemania, por su parte, enfrenta un fortalecimiento del partido ultranacionalista AfD.
«El problema hoy en día es que en nuestras democracias nos hemos acostumbrado a la democracia y nos hemos olvidado de que esta es una lucha», subrayó Macron. «Dejamos que los nacionalistas y a menudo los enemigos de la democracia extraigan todos los beneficios de la democracia y critiquen su misma existencia», lamentó. Por eso, «es importante ir a votar en las elecciones europeas por el partido que uno apoya y que este sea un partido que defienda a Europa», declaró.
Macron y Steinmeier estuvieron acompañados por Serge Klarsfeld, quien junto con su esposa Beate persiguió a los nazis impunes después de la Segunda Guerra Mundial. Klarsfeld subrayó la importancia de este momento mientras el antisemitismo resurge en Europa, alimentado por la hostilidad hacia la ofensiva israelí en Gaza tras el ataque del grupo islamista Hamas contra Israel el 7 de octubre.
«Es muy bueno que el presidente de la República esté con el presidente alemán frente a este monumento, sobre todo en un momento trágico para la comunidad judía mundial», declaró Klarsfeld, evocando «la tragedia que se desarrolla en Israel».
Macron se dirigirá hacia Dresde, la capital de Sajonia, donde pronunciará un discurso este martes al final de la tarde frente a la iglesia de Nuestra Señora (Frauenkirche), símbolo de los tormentos del siglo XX, del cual se espera que una parte sea leída en alemán.
El edificio, destruido en febrero de 1945 por bombardeos angloamericanos, quedó en ruinas durante el régimen comunista de la RDA y fue reconstruido después de la reunificación alemana en 1990.
Macron, el primer presidente francés en ir al este de Alemania desde François Mitterrand en 1989, se dirigirá a jóvenes alemanes, así como a jóvenes de países vecinos, como la República Checa y Polonia.
El martes, Macron recibirá el premio internacional de la paz de Westfalia en Münster por su «compromiso europeo», antes de reunirse con el canciller Olaf Scholz en Meseberg, cerca de Berlín, para un consejo de ministros franco-alemán.