MADRID.- Greenpeace cortó el acceso al centro de Madrid a modo de protesta por la moratoria aprobada por la decisión del nuevo Ayuntamiento que decidió eliminar el protocolo anticontaminación que implicaba multas por la entrada de vehículos al centro de la capital.
«Reclamamos que el ayuntamiento no rebaje una medida que ha demostrado su eficacia reduciendo la contaminación a su valor más bajo en 10 años», manifestaron en principio los activistas y pidieron a la ciudadanía sumarse y mantener individualmente las medidas como señal de respeto a la ciudad.
El nuevo Gobierno de la capital, encabezado por José Luis Martínez-Almeida, dejará de multar a los vehículos que incumplan con las condiciones para circular en zonas bajas de emisiones, una medida iniciada por el Gobierno local anterior a fin de salvaguardar el medio ambiente.
La decisión convertirá a Madrid en la primera gran capital europea en revertir sus planes para transformar la ciudad en una zona de bajas emisiones, un plan que evitó sanciones millonarias para España.
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La manifestación en las calles no es la única consecuencia que sufrirá la nueva gestión de Madrid debido a esta decisión. La Unión Europea (UE) ya avisó que lo sancionará ya que el compromiso por el medio ambiente y la reducción de gases es una política común del Bloque.
“Si las ciudades no respetan los límites de la calidad del aire, la Comisión Europea comunicará qué medidas correctoras se tienen que poner en marcha o lanzará los procedimientos de infracción pertinentes”, confirmó el comisario europeo de Medio Ambiente, Miguel Arias Cañete, la semana pasada en una rueda de prensa desde Bruselas.
El representante comunitario aclaró que la advertencia no es solo para Madrid, sino para todo miembro del bloque ya que cualquier ciudad que atente contra la calidad del aire, de no actuar, sufrirá penas.