WASHINGTON.- Un pequeño grupo de ultraderechistas se reunió este domingo en la capital estadounidense bajo el lema “Unamos a la derecha 2”, pero fueron opacados por miles de personas que se reunieron para rechazar la supremacía blanca que pregonan los radicales de derecha. Todo esto, en el marco del primer aniversario de las sangrientas protestas de Charlottesville.
La multitudinaria contraprotesta obligó a la docena de neonazis, envueltos en banderas de Estados Unidos y rodeados por cientos de policías, a celebrar su marcha en un rincón del Parque Lafayette, frente a la Casa Blanca. Allí fueron separados por unas vallas negras de un metro de altura, tras las cuales los grupos antifascistas gritan consignas como “nazis, váyanse a casa”.
En el primer aniversario de los incidentes de la marcha de hace un año en Charlottesville, que terminó con un muerto y 19 heridos, la policía montó un fuerte operativo de seguridad para evitar el contacto entre los supremacistas y los contra-manifestantes.
Hacia el final de la protesta las autoridades se vieron obligadas al uso de gas pimienta contra un grupo de antirracistas que se trenzaron con la policía a pocas cuadras de la Casa Blanca, aunque la jornada termino sin mayores incidentes.
El sábado el presidente, Donald Trump, expresó su condena a “todo tipo de racismo”. El mandatario había sido criticado el año pasado al no condenar claramente a los neonazis que expusieron el avance de la extrema derecha blanca en Estados Unidos hace un año.