LIMA.- México se distanció el viernes de sus socios regionales y no firmó una declaración que insta a Nicolás Maduro, a no asumir un nuevo mandato, lo que constituye el primer disenso del Grupo de Lima, que se creó a mediados del 2017 para presionar por reformas democráticas en Venezuela.
Tras una reunión de cancilleres en Lima, los otros 13 miembros del grupo, que incluye a Brasil, Argentina, Chile, Colombia y Perú, dijeron que no reconocerían el nuevo mandato de Maduro porque la elección del año pasado fue “ilegitima”, según una declaración conjunta.
Las naciones hermanas instaron a Maduro a que no asuma el nuevo mandato que se iniciará el 10 de enero y “a que respete las atribuciones de la Asamblea Nacional y le transfiera, en forma provisional, el poder ejecutivo hasta que se realicen nuevas elecciones presidenciales democráticas”.
Sin embargo, México, que antes fue uno de los críticos más fervorosos de Maduro, dijo que prefiere mantener abiertos sus canales diplomáticos con Caracas para ayudar a encontrar una solución a la crisis política de ese país.
“El Gobierno de México, en fiel seguimiento a sus principios constitucionales de política exterior, se abstendrá de emitir cualquier tipo de pronunciamiento respecto de legitimidad del gobierno venezolano”, aseguró el subsecretario de Relaciones Exteriores de México para América Latina y el Caribe, Maximiliano Reyes, en la reunión del Grupo de Lima.
Por su parte, el canciller venezolano, Jorge Arreaza, dijo que Maduro asumirá el cargo del 10 enero de manera “legitima y constitucional” y que “no requiera la venia de ningún gobierno extranjero”.
“Venezuela expresa su mayor perplejidad ante la extravagante declaración de un grupo de pases del continente americano que, tras recibir instrucciones del Gobierno de Estados Unidos a través de una videoconferencia, han acordado alentar un golpe de Estado”, dijo el canciller.
De igual manera, el diplomático venezolano señaló que Venezuela responderá con “reciprocidad” ante las acciones que decida tomar cada gobierno.