TOKIO.- La cartera de Defensa nipona pidió para el próximo ejercicio fiscal que comienza el 1 de abril un presupuesto de 5,48 billones de yenes, cerca de 50.000 millones de dólares, marcando un nuevo máximo que su0era en un 2,6% las asignaciones solicitadas para el año en curso.
Según el ministerio, la subida del gasto militar es necesaria para potenciar la defensa de las islas remotas ante la “creciente actividad de China”.
Además, se planea gastar 130.000 millones de yenes, 1.180 millones de dólares, en la compra de aviones de combate adicionales F-35, y 10.200 millones de yenes, 92,8 millones de dólares, en la adquisición de buques de transporte medianos y pequeños.
Otra partida que prevé un aumento de gasto es el desarrollo de drones de defensa, especialmente para recopilar y procesar información.
El importe final podría revisarse al alza, dado que el borrador no incluye el mantenimiento de las bases estadounidenses. Dicho renglón, evaluado ahora en unos 20.000 millones de yenes al año, 1.800 millones de dólares, dependerá del resultado de las negociaciones sobre el reparto de los gastos entre Tokio y Washington.
Durante los últimos años Japón ha incrementado su gasto en defensa sin sobrepasar el límite del 1% del producto interno bruto. En el año fiscal de 2020, las asignaciones militares se elevaron al 0,997% del PIB.