RÍO DE JANEIRO.- La muerte de la pequeña Ágatha Félix durante una operación en una favela de Río de Janeiro generó indignación ante la violencia que azota las regiones marginales de esa ciudad brasileña, donde narcotraficantes, agentes y milicias libra una guerra que pagan los civiles desde hace años.
La niña de ocho años, estaba en el interior de un vehículo en el Complejo de Alemao, un conjunto de favelas en la zona norte de Río de Janeiro, y regresaba a su casa la noche del viernes cuando recibió un tiro en la espalda.
Ágatha llegó a ser socorrida y trasladada a un hospital, pero falleció la madrugada del sábado en el centro médico, donde sus familiares vivieron el peor momento tras recibir la noticia.
En esa línea, la Organización de Estados Americanos (OEA) exhortó al gobierno de Brasil a que esclarezca la muerte de la niña de ochos, cuyos familiares acusan a un agente policial.
La Comisión de Derechos Humanos de la OEA requirió la “identificación y determinación de las responsabilidades por la muerte de la niña Ágatha durante un operativo policial en Río de Janeiro”.
“El Estado debe investigar de manera urgente y con rigor y sancionar a los responsables”, señaló un comunicado de la Comisión divulgado este domingo.
Asimismo, la gobernación de esa ciudad “lamentó profundamente la muerte de la niña Ágatha y detonas las víctimas inocentes durante acciones policiales. El trabajo de la policía tiene como principal objetivo localizar criminales y sigue protocolos rígidos”.
Asimismo, el caso será examinado por la Relatora Especial sobre Ejecuciones Extrajudiciales de es Consejo dirigido por la alta comisionada Michelle Bachelet. En tanto, cientos de personas, entre ellas activistas de la favela, políticos y el presidente de la asociación de abogados de Río, se manifestaron por las calles cercanas a la favela del Complejo.