JERUSALÉN.- El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, ha dicho que no renunciará si es acusado de cargos de corrupción, mientras la policía continúa investigando varios casos que lo involucran antes de las elecciones de abril.
Netanyahu, quien está involucrado en tres casos de corrupción y niega haber cometido algún delito, anunció la semana pasada que se celebrarán elecciones parlamentarias en abril, en busca de un nuevo mandato político después de que su coalición de derecha colapsara.
El lunes, el primer ministro declaró, en una conferencia de prensa durante su visita a Brasil, que no renunciaría «en caso de ser convocado por el fiscal general antes de las elecciones».
Según la ley israelí, no se le exigiría que renunciara si se lo acusara en cualquiera de los casos, pero probablemente enfrentaría una intensa presión política para hacerlo. «No tengo intención de renunciar, en primer lugar porque no habrá nada que venga de los sondeos, en segundo lugar porque la ley no me obliga a hacerlo», expresó Netanyahu. «Eso sería una grave violación de la democracia israelí», agregó.
La decisión del fiscal general sobre las acusaciones se espera en los próximos meses y algunos ven la decisión de Netanyahu de convocar a elecciones anticipadas como una maniobra para combatir cualquier posible cargo con un nuevo mandato.
En su movida más reciente, la policía recomendó que Netanyahu fuera acusado por los beneficios regulatorios supuestamente otorgados a la empresa de telecomunicaciones Bezeq a cambio de una cobertura positiva de una empresa de medios relacionada. Según los informes de los medios de comunicación de Israel, hay pruebas suficientes sobre el caso para acusarlo de corrupción.
En febrero, los investigadores recomendaron que se lo acuse en otros dos casos. En uno, las denuncias contra Netanyahu incluyen buscar un acuerdo secreto con el editor del periódico más vendido de Israel, Yediot Aharonot, para garantizar una cobertura positiva a cambio de impulsar una ley que hubiera limitado la circulación de una publicación rival.
Otra investigación involucra sospechas de que el primer ministro y su familia recibieron regalos de lujo de personas adineradas a cambio de favores financieros o personales.
Los sondeos de opinión muestran que el partido Likud de Netanyahu ganaría la votación del 9 de abril, que originalmente estaba programada para noviembre.