ABUYA.— El recién nombrado primer ministro de Níger designado por los militares golpistas, Ali Mahamane Lamine Zeine, en representación de las autoridades del país, ha solicitado al embajador francés en Niamey, Sylvain Itte, que abandone Níger de manera inmediata.
En una rueda de prensa transmitida por medios locales, el primer ministro hizo la siguiente declaración: «Pedimos al embajador francés que deje nuestro país lo más pronto posible».
Níger, una excolonia francesa, solía ser uno de los últimos aliados de las naciones occidentales en la región del Sahel.
La crisis se desató el 26 de julio, cuando un grupo de oficiales pertenecientes al Consejo Nacional por la Salvaguardia de la Patria (CNSP) proclamó la destitución del presidente de Níger, Mohamed Bazoum. Argumentaron que esta acción se debía al continuo deterioro de la situación de seguridad y la mala gestión económica y social.
Al día siguiente, el mando del Ejército nigerino anunció su apoyo a los oficiales golpistas, con el objetivo de evitar un derramamiento de sangre y preservar la integridad física de Bazoum.
El 28 de julio, se informó que el general Omar (Abdourahamane) Tchiani, excomandante de la guardia presidencial, asumió la dirección del CNSP y las funciones de «presidente de transición» en Níger.
El golpe militar en Níger ha sido condenado enérgicamente por numerosos países y organizaciones internacionales, quienes han suspendido sus programas de cooperación con el país africano y han exigido la restauración del orden constitucional.
La Comunidad Económica de Estados de África Occidental (CEDEAO) anunció el 10 de agosto que activaría y desplegaría su fuerza de reserva en preparación para una posible intervención militar en Níger.