BUENOS AIRES.- Devaluación, inflación y déficit, los principales problemas de la economía turca se convirtieron en una amenaza creciente durante la última semana desde que el presidente norteamericano, Donald Trump, decidió redoblar los aranceles al país euroasiático cuando su moneda ya venía desplomando, desmorando la lira turca y azotando los mercados globales.
Países como México, Brasil, Sudáfrica, India son algunas de las víctimas ya que los inversionistas emigraron de los países emergentes hacia Europa y Estados Unidos en busca de más seguridad en tiempos de tensión financiera y política. Con este efecto los países dependientes del capital extranjero, emergentes, se vieron afectados pero ninguno como Argentina.
En menos de una semana, el valor del dólar en el país sudamericano aumentó casi 9%, llegando 30 pesos por dólar, el punto más alto en décadas. Ante una nueva corrida cambiaria, las autoridades financieras argentinas anunciaron este martes una reestructuración de sus mecanismos de deuda local, aumentaron la tasa de interés (al 45%) y dispusieron US$500 millones en el mercado de valores. Entre otras medidas a las que pudo acceder Último Cable y serán anunciadas por el Ministerio de Hacienda este martes.
Nicolás Dujovne, ministro de Hacienda, firmó hoy tres decretos con los que espera que se genere un ahorro fiscal estimado de 12.500 millones de pesos para lo que resta de 2018 y 53.000 millones de pesos para el 2019.
Las medidas que tomará Argentina contenidas en los decretos establecen en primera instancia los Reintegros a la Exportación que consiste en reducir a un 66% % el monto total pagado en concepto de reintegros a la exportación, de acuerdo a un esquema diferenciado por producto. Los reintegros a la exportación justifican su existencia en la vigencia de impuestos indirectos que se acumulan durante el proceso de producción y que no tienen una devolución al exportarse. La reforma tributaria y el pacto fiscal, que reducen los impuestos al cheque y a los ingresos brutos, generan el espacio para que dichos reintegros puedan ser reducidos. El ahorro fiscal (coparticipable entre Nación y Provincias) de esta medida es de $ 5.000 millones en 2018 y $ 29.000 millones en 2019.
Como segunda medida están los Derechos de Exportación a la Soja que se mantiene la baja prevista en la alícuota de los granos y se suspende por 6 meses la baja establecida para aceites y harinas. Las alícuotas a la soja se vienen reduciendo de forma sostenida, desde el 35% en 2015 para el poroto de soja al 26% actual, previendo su convergencia al 18% en diciembre de 2019. En cuanto al aceite y las harinas, la alícuota se redujo desde el 32% en 2015 al 23% actual y también convergerá al 18% en diciembre de 2019. Los ingresos adicionales para la Nación por esta medida son de $ 1.500 millones en 2018 y $ 12.000 millones en 2019.
La tercera medida adoptada por el oficialismo es el Fondo Federal Solidario: se elimina, a través de un Decreto de Necesidad y Urgencia, el Fondo a través del cual se transfería a Provincias y Municipios el 30% de la recaudación de los derechos de exportación a la soja. Gracias a decisiones adoptadas por el Gobierno Nacional, las Provincias han pasado a recibir en la actualidad un tercio de los recursos nacionales y continuarán aumentando su participación en los próximos años, lo cual torna innecesaria la continuidad de este mecanismo de compensación. La reducción de los reintegros a la exportación, que se deduce de recaudación coparticipable, compensa parcialmente la pérdida de ingresos de las Provincias. El ahorro fiscal para la Nación es de $ 8.500 millones en 2018 y $ 26.500 millones en 2019.
Con estas tres medidas se enmarcan en el proceso de convergencia al equilibrio fiscal para 2020, que serán luego complementadas en el Proyecto de Presupuesto por medidas relacionadas con las erogaciones del Gobierno Nacional.
Con esta estrategia el Gobierno de Mauricio Macri espera detener una severa crisis, reactivar el crecimiento y reducir el déficit fiscal.